La Audiencia Provincial de Cádiz reanudará el juicio de la «Operación Karlos» con el interrogatorio de algunos de los acusados que aún no han prestado declaración ante el tribunal, entre quienes se encuentra María José Campanario, la mujer del torero Jesús Janeiro ‘Jesulín de Ubrique’, y su madre.
El juicio contra esta red acusada de obtener o intentar obtener fraudulentamente pensiones de incapacidad laboral comenzó el 11 de abril y celebró la última de las sesiones el pasado día 15.
Durante esas primeras sesiones el tribunal decidió sobre cuestiones previas planteadas por algunos de los abogados de los acusados, que intentaron que fueran anuladas las escuchas telefónicas realizadas durante la investigación de la trama.
El presidente de la Sala Tercera de la Audiencia de Cádiz, Manuel Grosso, decidió finalmente dar por buenas las escuchas, como ya acordara la Audiencia Provincial en 2006 y en 2007.
En esa misma sesión del juicio, el fiscal, Juan Bosco, anunció que había llegado a un acuerdo con 16 de los 25 acusados, que admitirían su implicación en los hechos a cambio de menores peticiones de condena.
De ellos, once prestaron declaración en esa misma sesión. El juicio se reanudará con la declaración del resto de los acusados, de los cinco acusados que han llegado también a un acuerdo con el fiscal y de los nueve que no lo han hecho.
Entre los que no han llegado a un acuerdo con el fiscal está María José Campanario, que no ha aceptado su culpabilidad a cambio de reducir a dos los cuatro años y medio de prisión que pide para ella la acusación pública en su escrito de conclusiones provisionales, con lo que conseguiría que se le conmutara el ingreso en la cárcel si es condenada.
Según el escrito de conclusiones provisionales, Campanario entregó a Carlos Carretero, exjefe de la policía municipal de Ubrique (Cádiz) y presunto «cabecilla» de la red, 18.000 euros para que su madre, Remedios Torres Jiménez, obtuviera una incapacidad laboral de manera fraudulenta.
Para ello, siempre según el fiscal, Carretero dio de alta a la madre de María José Campanario cuatro meses en su empresa aunque «no desempeñó trabajo alguno», hicieron informes sanitarios «sin siquiera reconocer a Remedios» e incluso llevaron a una prueba médica a otra mujer que se hizo pasar por ella.
La trama se descubrió y el INSS denegó a Remedios Torres el reconocimiento de cualquier incapacidad, por lo que no llegó a percibir prestación económica alguna.
La declaración de los procesados está previsto que dure seis sesiones, hasta el 20 de mayo, dentro de un juicio que tiene previsto acabar el 10 de junio, tras dieciocho sesiones.