El yerno de la familia Tous Lluís Corominas llevaba puesto un chaleco antibalas cuando disparó contra dos presuntos ladrones frente a la casa de sus suegros, según han explicado ante el jurado popular los dos primeros Mossos d’Esquadra que acudieron al lugar del homicidio.
Esos dos agentes que han declarado en el juicio contra Corominas, para quien la Fiscalía pide 11 años de prisión por matar de un tiro a un supuesto ladrón, fueron los únicos que vieron al acusado con el chaleco antibalas, dado que instantes después se cubrió con un anorak.
Los testigos han coincidido en señalar que, cuando llegaron al lugar de los hechos, encontraron a Corominas de pie, apuntando con su pistola a uno de los supuestos ladrones tendido en el suelo, y que de inmediato se identificó como el jefe de seguridad de los Tous.
La atención de esos dos primeros mossos se centró entonces en controlar los movimientos de los dos supuestos ladrones, entre ellos el fallecido que estaba aún con vida dentro del vehículo, y no pidieron al acusado que les entregara el arma porque, ha precisado una de las agentes, para ellos Corominas «no suponía ningún peligro» al haberse identificado como jefe de seguridad.
En la sesión de este lunes se han mostrado las herramientas incautadas en el vehículo de los supuestos ladrones: dos grandes martillos, otras dos mazas, una radial, emisoras de radio y material de montaña.