El rey Abdalá bin Abdelaziz recibirá este miércoles en audiencia a la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, para promover las inversiones de empresas españolas en este país, en especial, la participación en el proyecto de construcción del tren de alta velocidad entre las ciudades santas de La Meca y Medina.
El consorcio formado por Talgo, Renfe y Adif aspira a ganar el concurso del programa ferroviario más importante de Arabia Saudí, que unirá a las ciudades santas, por donde transitan cada año varios millones de peregrinos musulmanes. Jiménez expresará al monarca saudí el interés en que el consorcio español se haga con la adjudicación durante el encuentro que mantendrán esta tarde en el palacio de Yeda, la segunda ciudad más importante del país.
Antes de verse con el rey, Jiménez se reunirá también en Yeda con su colega saudí, príncipe Saud al Faisal, y con el gobernador de la provincia Meca-Yeda, príncipe Khaled al Faisal. Además de abordar los asuntos económicos, el objetivo de la visita es afianzar las relaciones políticas entre ambos países en un momento de cambio en el mundo árabe.
Primera visita de Jiménez a Arabia Saudí
Se trata de la primera visita a Arabia Saudí desde que Jiménez asumió la cartera de Exteriores hace seis meses. Uno de los retos que se marcó entonces fue potenciar la llamada diplomacia económica, con la que apoyar a las empresas españolas a expandir sus negocios en el extranjero.
El Gobierno español se ha volcado en los últimos meses en intensificar la relación económica con países del Golfo Pérsico, como Catar y Emiratos Árabes. Arabia Saudí, principal exportador de petróleo del mundo, está inmersa en un ambicioso plan de modernización para reducir su dependencia de los hidrocarburos.
Además del proyecto del tren de alta velocidad, España está interesada en sectores como las infraestructuras y las energías renovables.
Arabia Saudí y España mantienen desde hace años una buena relación, a lo que ha contribuido la amistad entre las dos familias reales. La monarquía saudí gobierna el país de forma autoritaria desde hace ocho décadas, sin que se haya visto afectada por la ola de cambio que vive el mundo árabe.
Para evitar verse contagiado por las revueltas, el régimen saudí ha desplegado medios militares en Baréin y ha mediado en Yemen para que haya un acuerdo con la oposición.