La Comisión Europea cree que «no hay necesidad» de bloquear el mercado europeo a los pepinos procedentes de España, pese a la decisión de Alemania, Austria y otros países de la UE de retirar este producto y otras hortalizas importadas de España por temor a que sean el origen del brote infeccioso de la bacteria ‘Escherichia coli’ que afecta principalmente a Alemania.
«No creo que haya necesidad de aplicar restricciones totales sobre productos que procedan de un estado miembro específico», han indicado fuentes comunitarias familiarizadas con el caso, que han recordado que Bruselas está a la espera de conocer los resultados definitivos de las pruebas de laboratorio que se han realizado en origen y destino. «Pero queremos estar seguros de que no se ponen en el mercado europeo productos contaminados», han añadido.
Ante una crisis de estas características, el sistema europeo para la seguridad alimentaria «pone su confianza en el país de origen» para que lleve a cabo la investigación necesaria y tome las medidas adecuadas.
En este caso, las autoridades españolas han impuesto restricciones a los dos invernaderos (uno en Almería, otro en Málaga) de los que proceden los lotes de pepinos contaminados para evitar que se pongan en el mercado otras partidas mientras se lleva a cabo la investigación, según han precisado fuentes comunitarias. La semana pasada, Bruselas anunció el cierre de estos dos invernaderos y la información fue desmentida por Madrid.
El Ejecutivo comunitario prevé tener datos definitivos sobre las pruebas que están realizando laboratorios en España y Alemania este martes o miércoles, según ha apuntado este lunes la portavoz de Jose Manuel Durao Barroso, Pía Ahrenkilde.
Las autoridades competentes realizan pruebas a muestras de los pepinos, pero también al agua y la tierra utilizada en su producción, entre otros factores tenidos en cuenta, según fuentes comunitarias que, sin embargo, dicen que no se han examinado aún otros elementos como el transporte de la hortaliza hasta su llegada a Alemania.
Las pruebas diagnósticas llevan «mucho tiempo», entre cinco y siete días, y el laboratorio de referencia europeo especializado en esta bacteria (sito en Roma) trabaja para intentar dar con un método más rápido.
Bruselas insiste en que la bacteria ‘Escherichia coli’ es «bien conocida» en Europa pero que el brote responsable de la crisis actual responde a la cepa 0104, «mucho más agresiva» y que no se daba en territorio comunitario desde hace al menos cinco años, lo que ha dificultado su identificación.
Además de en España y Alemania, laboratorios de otros Estados miembros están llevando a cabo también análisis para localizar, si las hubiera, otras fuentes de infección u otras partidas de vegetales contaminadas.
Alemania es el país más afectado hasta el momento por la infección estomacal, con 329 casos y tres fallecidos. También se han dado casos en países como Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos y Austria, aunque en su mayoría son pacientes que contrajeron la infección en Alemania. Además, fuentes comunitarias han confirmado los dos primeros casos fuera de la UE, en Estados Unidos, si bien se trata de dos personas procedentes de Alemania.
Daños en el sector por 200 millones a la semana
El sector hortofrutícola español afirma que la alerta sanitaria provocada en Alemania por el brote de ‘E. coli’, atribuido a una partida de pepinos, puede generar daños «multimillonarios y en cascada» en este mercado, que realiza exportaciones por un valor cercano a los 200 millones de euros a la semana.
«Los daños se producen en cascada; exportamos cerca de 200 millones de euros semanales y llevamos una semana con esta crisis afectando muy negativamente», apuntó el director de la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), tras entrevistarse con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar.
Aguilar, que se ha reunido con representantes de Fepex y de las organizaciones y cooperativas agrarias para analizar la situación y adoptar medidas, instó al Gobierno alemán a concluir la investigación sobre el brote infeccioso «de inmediato» y a divulgar sus resultados para «delimitar dónde está el problema».
Tras defender que el problema no está en el origen y subrayar que el Gobierno «no está dispuesto a consentir» el daño a la imagen de España y al sector productor, la ministra afirmó que pretende trasladar mañana esta demanda al Ejecutivo alemán en el marco del consejo informal que se celebra en Hungría, al tiempo que emplazará a la Unión Europea a «tomar cartas en el asunto».
Además, confirmó que los productores españoles están sufriendo daños «cuantiosísimos», por lo que garantizó que se activarán «todos los mecanismos» previstos en la Organización Común de Mercados para reparar ese «daño desmedido».
Ayudas al sector
En concreto, avanzó que el sector implementará ayudas de crisis con el respaldo del Ministerio, a lo que se deberán sumar, a su juicio, «medidas adicionales» por parte de la Comisión Europea. El Gobierno, según dijo, solicitará a Bruselas una «respuesta» por los daños y perjuicios producidos y a Alemania que «asuma su responsabilidad para que el sector se vea resarcido en daños».
«Ahora lo importante es que se despeje el interrogante sobre los productos españoles y que el sector pueda seguir exportando, porque su producto es seguro y de calidad», apuntó la ministra.
En este sentido, remarcó que España ha adoptado todas las medidas correspondientes, de manera que prevé obtener en 48 horas los resultados de las investigaciones en marcha. Aguilar volvió a incidir en que esta cepa «nunca se ha dado en España» y en que «se habla de productos españoles y holandeses, con un lugar común, que es Alemania».
«Que no se pretenda distraer la atención para culpabilizar al sector productor español. Ya está bien de que lo pongan en el centro de la diana», agregó la titular del ramo, quien recalcó que «quien tiene que responder es Alemania, pero que no mire hacia España».