Las pruebas de ADN practicadas a María Victoria F.M. y a María José C. para ver si eran hermanas -y como consecuencia víctimas de una red dedicada a la venta de bebés-, han dado negativo y, por lo tanto, apuntan a que no tienen lazos de parentesco.
Así lo ha confirmado Débora M., hija de María Victoria, quien sigue convencida de que sí son hermanas, ya que «no hay más que verlas juntas para comprobar que son iguales».
Las pruebas las realizó una empresa que pertenece a la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR), según ha explicado Débora, que no satisfecha con el resultado dice que va a encargar otra segunda prueba para contrastar el resultado.
El asunto trascendió el pasado mes de mayo cuando estas dos mujeres, de 51 años, convencidas de ser mellizas o gemelas, solicitaron iniciar las pruebas de ADN para confirmarlo.
Su corazón les decía que sí, como dijo María José, pero el ADN parece que les dice que no.
Se han llevado un tremendo disgusto, ya que estaban convencidas de ello, ha explicado la hija de una de ellas.
De momento, las mujeres «no están para hablar» con la prensa, «no les apetece», ha dicho, máxime cuando consideran que este asunto se les ha ido de las manos, dada la repercusión que tuvo la noticia.
La hija no da crédito a lo que dicen las pruebas porque no hay más que verlas, son iguales y hasta hablan igual.
María Victoria, de Santa María del Páramo, nunca se ha separado de sus padres biológicos, nació hace 51 años en la Maternidad de León y conocía desde el principio que había tenido una hermana gemela, pero le habían dicho que murió al nacer.
En cuanto a la valenciana, nació en el Hospital Provincial de Valencia, supo que tenía una hermana por unos amigos a los 18 años, aunque el tema siempre fue tabú en su casa.
Las dos se reencontraron a raíz de una entrevista que concedió María Victoria al periódico El Mundo de León, donde exponía que su caso podía ser como el de aquellos que se están investigando de supuestos niños que les dieron por muertos al nacer, pero que en realidad habían sido entregados en adopción.
Después de intercambiar fotos de la infancia y la adolescencia, y comprobar que guardaban un parecido ‘extraordinario’, las supuestas gemelas organizaron el encuentro en Santa María del Páramo, donde vive María Victoria.
Redacción Estrella Digital