Los derribos controlados de edificios se reanudan este lunes, tras el fin de semana, con la demolición de un inmueble colectivo de 32 viviendas situado en el número 28 de la calle Callejón de Los Frailes, junto al cauce del río Guadalentín, en estado irreversible tras los terremotos del 11 de mayo. El último derribo tuvo que ser ejecutado de urgencia el viernes por la tarde en la calle Zorrilla, donde un edificio histórico, catalogado y protegido por Cultura, comenzó a colapsarse por la mañana y por la noche ya se encontraba reducido a ruinas.
El concejal de Urbanismo en funciones, Francisco García, ya ha anunciado que esta semana se realizará el «último dictamen técnico de edificios significativos» por su volumen como el del residencial San Mateo, en plena avenida Juan Carlos I, compuesto por seis escaleras, con cuyo derribo se especula desde los días siguientes a los seísmos.
Este conjunto de edificios están siendo sometidos a continuas revisiones técnicas para analizar el avance de su deterioro tras los movimientos sísmicos del 11 de mayo, al igual que ocurre con los 15 edificios que componen el barrio de San Fernando y parte de las viviendas del conjunto de Las Casas Baratas en el barrio de Alfonso X.
En este último caso sobre dos de los bloques ya pesa la orden de demolición, aunque el dictamen para otros dos de los edificios de ese complejo de viviendas construido en 1955 se espera para las próximas horas y en ellos se mantiene el código rojo. Muy cerca de estos inmuebles de Alfonso X se encuentra la casa cuartel de la Guardia Civil, de la que 29 familias permanecen desalojadas desde el 11 de mayo, y cuyos estudios estructurales está llevando de forma directa el Ministerio del Interior, al igual que ocurre con el edificio de la comisaría de la Policía Nacional.
Al respecto de la situación del cuartel, ha dicho el edil de Urbanismo, se baraja la posibilidad de una demolición «total o parcial», aunque estos extremos aún no han sido confirmados por Interior.
Estrella Digital/Efe