El funeral en Gran Canaria a los dos militares fallecidos en Afganistán ha comenzado a las 10.10 de la mañana, oficiado por el arzobispo castrense Juan del Río, y con un despliegue de autoridades presidido por el Príncipe Felipe de Borbón.
Del Río se preguntó «¿qué precio tiene la libertad?» porque la espera se hace «interminable» mientras los militares españoles se «topan con aquellos que han hecho del terror su vida».
«Toda la sociedad española está con vosotros; toda», aseveró. A su vez, dijo: «la Conferencia Episcopal me pide que os transmita sus condolencias, igual que el obispo Cases al que agradezco su compañía».
Y es que Del Río estuvo acompañado del obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, y dos coroneles capellanes.
El príncipe de Asturias, acompañado por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y la cúpula militar, han rendido hoy un emotivo homenaje al sargento Manuel Argudin y a la soldado Niyireth Pineda, fallecidos el domingo en atentado en Afganistán.
El cuartel de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, ha sido escenario esta mañana del funeral por los militares fallecidos, al que han asistido sus familiares, que han protagonizado escenas de dolor.
Los momentos más emotivos de la ceremonia se han producido cuando los familiares de los fallecidos no han podido contener la emoción, mientras sonaban los acordes de «La muerte no es el final», y cuando Don Felipe les ha hecho entrega de la condecoración concedida a título póstumo y la bandera española que cubría el féretro.
Distintivo rojo
El príncipe ha impuesto sobre los ataúdes, cubiertos con banderas de España la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, la máxima que se concede a los fallecidos en acciones violentas.
El acto ha contado con la presencia de la cúpula militar, encabezada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, y otras autoridades civiles y militares de Canarias, entre ellas el presidente de Canarias, Paulino Rivero.
El sargento Manuel Argudin, de 34 años y nacido en Gijón, y la soldado Niyireth Pineda, colombiana de 31 años, fallecieron al estallar el vehículo blindado Lince en el que viajaban, a consecuencia de un artefacto explosivo improvisado (IED), en un atentado ocurrido el pasado domingo que también dejó a otros tres militares heridos.
Al funeral asistieron la esposa y la suegra del sargento y el hijo, la hermana y el cuñado de la soldado, visiblemente conmovidos por la pérdida de sus familiares.
Está previsto que Manuel Argudin sea enterrado en Palencia, donde viven sus padres, mientras que la soldado Niyireth Pineda será trasladada a Colombia.
Entre las autoridades presentes en el funeral se encontraban la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández, el jefe del Mando de Canarias, José Ignacio Medina, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Fulgencio Coll. También estaban, entre otros asistentes, el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, la portavoz del PP de Defensa en el Congreso, Beatriz Rodríguez Salmones, y el secretario general del PSOE de Canarias, José Miguel Pérez.
Estrella Digital/EP