El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha abierto su discurso con motivo del Estado de la Nación asegurando que España está «manifiestamente peor» que hace un año. Es más, ha subrayado que el estado de la nación «ha alcanzado tal gravedad» que «todo el mundo reconoce» que el país está «muy mal».
Por eso, el líder de la oposición ha preguntado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «hasta cuando se propone imponer a los españoles este calvario estéril» y esta «lenta agonía». «¿Por qué el señor Rodríguez Zapatero prolonga esta calamidad?», ha insistido.
Rajoy ha acusado al jefe del Ejecutivo de «eludir la verdadera cuestión» y recorrer «a todo abanico de excusas, adornos, promesas y esperanzas». También le ha recriminado que «escamotee sus propias responsabilidades» y «emprobrezca» al país, ofreciéndose «como redentor del mismo daño que ha provocado».
Elimina del discurso los elogios a Zapatero
El presidente del PP, Mariano Rajoy, evitó pronunciar en la tribuna del Pleno del Congreso, en su primera intervención en el Debate sobre el estado de la Nación, la única referencia ‘amable’ hacia el presidente del Gobierno que se incluía en su discurso, con la que iba a expresar respeto por la persona de José Luis Rodríguez Zapatero y desearle lo mejor para su futuro una vez deje la Moncloa.
En la última página del discurso que se facilitó a los medios de comunicación mientras Rajoy se dirigía al hemiciclo desde la tribuna de oradores, constaba un párrafo que el líder del PP optó por ‘saltarse’, pese a que sí pronunció las frases anteriores y posteriores al mismo.
«Señorías, el señor Rodríguez Zapatero nos ha recordado esta mañana que el hoy desarrollamos será su último Debate sobre el estado de la Nación. Por eso quiero reiterarle el respeto y la consideración a su persona que sabe que le profeso, y aprovechar esta circunstancia para expresarle mis mejores deseos para su futuro personal y familiar», rezaba el texto omitido.
Aunque Rajoy ha preferido no pronunciar esas palabras de tono más personal dirigidas al presidente del Gobierno, nada le impide que aproveche algún momento de su ‘cara a cara’ con Zapatero para hacerle llegar públicamente esos buenos deseos.
Estrella Digital/EP