El coordinador del Área Pública de CC.OO., Enrique Fossoul, ha enviado una carta al presidente de la CEOE, Juan Rosell, en la que le exige que rectifique las declaraciones en las que pedía que se penalizara a los funcionarios «prepotentes» e «incumplidores» y le pide que reconozca el esfuerzo que han realizado ya los empleados públicos durante la crisis.
«Han dado sobradas muestras de su valía profesional y ha sufrido las consecuencias de la recesión económica al ver reducidos y congelados sus salarios», señala Fossoul en la misiva, en la que recuerda también que la CEOE optó por «romper» el concierto social en la reforma laboral.
Según Fossoul, las declaraciones de Rosell son «congruentes» con su reconocida trayectoria en el seno de la patronal catalana, de frontal opositor al papel de lo público en su aportación a la construcción social que reconoce y establece la Constitución.
Asimismo, asegura que Rosell olvida que, durante los dos últimos años, las personas al servicio de las administraciones y los servicios públicos han contribuido directa e indirectamente a la resolución de una crisis de la que no fueron «causantes ni beneficiadas» durante los años de «enriquecimiento y endeudamiento masivo» de la sociedad española.
Además, recuerda a Rosell que las vacantes que se producen en las administraciones públicas y en la mayoría de los servicios públicos no se están cubriendo, así como que las Ofertas de Empleo Público están congeladas, lo que genera un incremento de la productividad de las personas que atienden esos servicios y está provocando, en muchos casos, una pérdida o retroceso en la calidad de los mismos.
De la misma forma, Fossoul aprovecha para recordar que «jamás» han encontrado receptividad para la modernización de lo público por parte de la CEOE, «más interesada en lo que puede ofrecer de negocio una parte de las necesidades que cubren los servicios públicos como las pensiones, la sanidad y la enseñanza».
Por todo, cree que es «exigible» una rectificación pública y el reconocimiento del papel que juegan en la sociedad las personas al servicio del interés público, que «nunca se habían visto sujetos a ataques tan injustos y mezquinos como a los que se vienen exponiendo durante los últimos dos años».