El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha garantizado hoy que se mantiene una vigilancia «minuciosa, rigurosa y puntual» sobre Bildu, pero ha señalado que, con los informes jurídicos que maneja el Gobierno, «no es posible todavía» expulsar a los cargos de la coalición de las instituciones.
Jáuregui ha respondido en el pleno del Congreso a la interpelación que le ha formulado el diputado de UPN Carlos Salvador, quien pedido actuar ante los «amigos de ETA» al considerar que donde gobiernan «desaparece la pluralidad política, la libertad para hablar y la vida en paz».
Salvador ha recordado el comunicado en el que ETA «se jacta de su victoria» mientras «parasita las instituciones», pero el ministro de la Presidencia ha querido matizar su visión de la realidad. «Puede ser que hagan y digan cosas que no nos gustan, pero la historia está llena de derrotas no reconocidas, de derrotas que se envuelven en la retórica del triunfalismo pero son derrotas», ha subrayado Jáuregui, para quien «la democracia española ha conseguido vencer al terrorismo». «Y ojalá que sea para siempre», ha dicho tras recordar los dos años sin atentados.
A pesar de ello, ha insistido en que el Gobierno mantiene una actitud «absolutamente vigilante» sobre Bildu porque es «muy consciente de lo que hay detrás» y no va a permitir ninguna vulneración legal, ni con pancartas, ni con los retratos del Rey o con las banderas. La última reforma de la ley electoral abrió la puerta a la «incompatibilidad sobrevenida», a expulsar de sus cargos a los miembros de una formación que sea ilegalizada en un momento dado, pero Jáuregui ha avanzado que los informes jurídicos que tiene en estos momentos el Gobierno no permiten de momento aplicar esa ley.
Con la legitimidad de haber sufrido más de treinta años el «horror» de ETA, ha estimado ante el pleno que «nunca se ha estado tan cerca del fin de la violencia» y ha pedido trabajar con «inteligencia, unidad y firmeza». «Quizá estamos ante una oportunidad única para la superación definitiva de la violencia sin negociación, sin precio político, con el triunfo de la democracia», ha manifestado antes de abogar por trabajar para que los movimientos que se desmarcan de ETA se conviertan en «irreversibles».
Pero Salvador le ha conminado a no minusvalorar la «amenaza» que supone la entrada de Bildu en las instituciones, ya que dentro de pocos meses, con las elecciones generales, este «fenómeno filoetarra» llegará también al Congreso de los diputados y tendrán todavía más financiación y acceso a información «sensible». El diputado navarro ha pedido unidad a las fuerzas políticas que no comparten «ni los métodos políticos, ni los objetivos de desunión de España» que promueve Bildu, con «coacciones y amenazas».
«En otros lugares del mundo, en otros tiempos a la gente se la aparcaba, se la perseguía y se la eliminaba igual; este fenómeno de exclusión no es nuevo, ni siquiera original, pero no queremos sea algo normal», ha subrayado. Salvador ha aprovechado su interpelación para acusar a los socialistas de apoyar a Bildu en ayuntamientos navarros como Tafalla o Larraga, aunque Jáuregui le ha recordado que UPN gobierna en la Comunidad foral gracias al respaldo del PSN.
Estrella Digital/EFE