La convocatoria anticipada de elecciones provocará que los ministros disfruten algo menos de lo previsto de sus días de descanso estival, el último del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero, aunque pocos, la mayoría prevé aprovecharlos junto a su familia, volviendo al terruño y cerca del mar.
Al escaso tiempo que queda para que preparen algunas de sus últimas iniciativas antes de que se celebren los comicios el 20 de noviembre, se une que todos tendrán que estar en Madrid el día 19 de agosto para participar en el Consejo de ministros extraordinario al que les ha convocado el presidente del Gobierno.
Además, varios de ellos tendrán trabajo extra con motivo de la visita del Papa a partir para estar presente en los actos principales de la Jornada Mundial de la Juventud.
Si Zapatero viajará ya el próximo martes a Doñana para pasar unos días de descanso, su vicepresidente de Política Territorial, Manuel Chaves, es fiel a sus costumbres y se desplazará junto a su familia a la costa andaluza, donde aprovechará para leer, escuchar música e ir al cine. Se reincorporará al despacho el día 19.
Andalucía es también la región elegida por el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, quien tratará de tener tiempo para leer y escribir y para su actividad física favorita: caminar.
Y hasta esa Comunidad se trasladará unos días el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez -quien prevé viajar a Jaén-, así como el de Industria, Miguel Sebastián, que tiene a Almería como objetivo veraniego.
En Almería y junto a su familia pasará igualmente unas jornadas la ministra de Defensa, Carme Chacón, quien alternará esa estancia con otra en Barcelona.
Su tiempo libre lo pasará practicando algo de deporte, principalmente baloncesto y tenis.
La provincia almeriense aumentará su representación ministerial con la presencia en ella de la responsable de Medio Ambiente, Rosa Aguilar.
Pasará la primera semana de agosto trabajando y asistiendo a algunas convocatorias aún sin concretar y será en la segunda cuando se traslade a Almería.
Sin especificar donde, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, dividirá sus vacaciones entre el norte y el sur de España, pero en los dos casos irá a un lugar con playa.
Prevé pasear, tomar el sol y volver de nuevo al trabajo a mediados de mes con la visita del Papa.
Esa visita hará que para entonces esté ya también en su despacho el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien tendrá que estar de guardia en Moncloa la primera semana de agosto.
Los días que le quedarán libres los pasará en un pueblo de Segovia junto a su familia, montando en bicicleta y cuidando de su jardín.
Francisco Caamaño se desplazará desde su despacho en el Ministerio de Justicia hasta su tierra, Galicia, donde, acompañado por su familia, pasará unos días cerca del mar. Pero tiene previsto hacer varios viajes de ida a vuelta a Madrid por motivos de trabajo.
Galicia será también lugar de descanso del ministro de Fomento y portavoz del Ejecutivo, José Blanco.
La titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, retorna en vacaciones a su ciudad natal, San Sebastián, donde descansará junto a su marido y sus hijos y dedicará parte de su tiempo a leer y pasear.
En el Gabinete queda un grupo de ministros que aún están indecisos o que prefieren no desvelar dónde van a pasar unas jornadas del mes de agosto.
Es el caso de Antonio Camacho, que pasa su primer verano como ministro del Interior, o la vicepresidenta económica, Elena Salgado, quien siempre que puede se escapa a alguna montaña.
También tiene aún dudas sobre su destino la ministra de Sanidad, Leire Pajín, quien tiene previsto todavía en los próximos días varios actos ligados a su Departamento.
A ellas se suma la titular de Cultura, Ángeles González Sinde, quien, según fuentes de su entorno, aún no tiene planes para las vacaciones que prevé disfrutar en la segunda quincena del mes.
Por su parte, la tercera autoridad del Estado, el presidente del Congreso, José Bono, también ha hecho sus planes para las próximas semanas: pasará la mayor parte de agosto en su pueblo natal, la localidad albaceteña de Salobre.
Aunque reconoce que no es «muy de playa», a su hija pequeña le gusta, y por eso pasará con ella y sus amigas unos días en una localidad costera de la Comunidad Valenciana.