Arzak ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación en su restaurante de la capital guipuzcoana, donde ha precisado que la cantidad de dinero sustraída «no era muy importante».
De este modo, ha explicado que el establecimiento estaba cerrado el lunes y el martes, días 25 y 26 de julio, y que fue la secretaria quien en la mañana del día 27 se encontró «con todo destrozado y una caja abierta, porque la otra no la pudieron abrir».
«Pero lo que más impresiona de este tema es que yo lo tengo montadísimo, con todas las seguridades del mundo, y le dieron un golpe a la alarma y no sonó porque dicen que tienen diez segundos para poder hacerlo», ha explicado el prestigioso restaurador, quien ha apuntado que después de lo sucedido han instalado infrarrojos en el restaurante.
Asimismo, ha asegurado que el asalto no les ha producido «susto», sino un «disgusto», porque «estábamos todos durmiendo». En ese sentido, ha señalado que los vecinos le han relatado que vieron a tres chavales jóvenes por la zona, «pero no coinciden exactamente».
Finalmente, se ha felicitado porque los ladrones «no tocaron nada» ,aparte de la caja, y se ha referido a los problemas que les hubiese acarreado que rompiesen los cuatro ordenadores que hay en la oficina «por el lío para recuperar los datos».
Estrella Digital/EP