Los socialistas se duermen. O eso, al menos, es lo que parece. El último en dejarse atrapar por las garras de Morfeo ha sido el ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco. Fue este miércoles, durante la rueda de prensa que estaban ofreciendo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan. Ambos dirigentes llevaron a cabo una Reunión de Alto Nivel entre los dos países en la que además de repasar las relaciones bilaterales, con el acento puesto en la economía, repasaron la situación en la región, con especial atención a Siria y Libia.
Sin embargo, el cansancio o la falta de interés hicieron mella en Blanco y no pudo evitar dormirse unos segundos. A su lado estaba la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, quien sonríe cuando ve a su colega con la cabeza echada hacia atrás y se ríe abiertamente cuando éste despierta.
Ésta es la segunda vez en menos de una semana, en la que un dirigente socialista tiene problemas para mantenerse despierto. El último fue el candidato a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el pleno extraordinario que se celebró en el Congreso para debatir la reforma constitucional sobre el techo de gasto público. Mientras los grupos minoritarios exponían en la tribuna por qué están en contra, el candidato socialista salió del hemiciclo y se cruzó con Zapatero, al que le dijo: «Me voy a tomar un café, que me duermo», algo que captó una cámara de televisión y que, en poco tiempo, se convirtió en tema del momento en twitter.