El lehendakari, Patxi López, ha planteado la necesidad de una «orientación consensuada» de la política penitenciaria que contemple, entre otras cuestiones, «el acercamiento progresivo» de los presos de ETA, «siempre y cuando» se favorezca su reinserción.
Además, ha pedido a los reclusos que rompan con ETA, «recuperen su propia voz y den nuevos pasos para acelerar el final definitivo del terrorismo en Euskadi», y a ETA que se disuelva «sin contrapartida ni condición». López ha incluido ambas propuestas en la última parte de su discurso del debate de política general del Parlamento vasco, titulada ‘Un compromiso con la libertad y la convivencia democrática’.
En este apartado, y en un contexto marcado por la adhesión del colectivo de presos de ETA al Acuerdo de Gernika, y por su reclamación de una amnistía, López ha querido referirse a este asunto. «Incluso los presos y sus familias, a los que ETA siempre ha impuesto, mediante el terror, un silencio clamoroso, han abierto una nueva grieta estos días y se han sumado al denominado Acuerdo de Gernika», ha destacado.
López ha afirmado que, «aunque hay que seguir manteniendo la exigencia de la desaparición definitiva de ETA», ésta es «una buena noticia porque puede ser un paso más hacia su final». En este sentido, ha pedido a los reclusos de la banda que «recuperen su propia voz y den nuevos pasos para acelerar el final definitivo del terrorismo en Euskadi».
En otra parte de su discurso, el lehendakari ha propuesto «una orientación consensuada, dinámica y flexible» de la política penitenciaria, que, recogida en una serie de propuestas recopiladas bajo el epígrafe ‘Bases para la unidad, la concordia y la convivencia’, deberá concretarse «de la forma que mejor propicie la superación del ciclo terrorista». Este consenso deberá estar «basado siempre en el objetivo de la reinserción» y «contemplará, entre otras cuestiones, el acercamiento progresivo de los penados, siempre y cuando favorezca esa reinserción».
Ruptura con ETA
López ha reclamado a los presos de la banda «que rompan decididamente y de forma pública con ETA», así como que «asuman la legalidad penitenciaria para que sea posible su reinserción social y la recuperación para la vida democrática». En la misma línea, ha instado a ETA que, «de forma pública y tajante, deje todas las actividades terroristas y se disuelva sin contrapartida ni condición». López ha subrayado que, «sólo asumiendo los principios y reglas» de la democracia, se puede acordar la gestión de las diferencias y los pactos para la convivencia futura».
Reconocimiento legal
Otro de los planteamientos para la ‘concordia y la convivencia’ es el compromiso con la posibilidad de que «todas las sensibilidades políticas que aceptan el sistema democrático y asumen el cumplimiento de la legalidad» tengan «un reconocimiento legal».
Además, ha defendido la necesidad de «respetar y garantizar las diferentes identidades» existentes en Euskadi, así como de establecer «un relato veraz de lo ocurrido» sin «justificaciones y sin diluir responsabilidades». «Miramos al futuro pero construimos el país sobre la memoria de la violencia padecida para que no vuelva a suceder».
López ha subrayado que «la violencia ha tenido una presencia permanente entre nosotros», tras lo que ha expresado su deseo de que dicha violencia quede «terminada para siempre». Según ha recordado, Euskadi vivió «una transición particular, larga y dolorosa», que ya ha «finalizado» porque «se ha iniciado ya un nuevo tiempo para cerrar definitivamente un pasado lastrado por la omnipresencia del terrorismo».
«Abusos policiales»
Además, ha recordado que, en la transición, se produjeron «resistencias a no abandonar las prácticas heredadas del Estado totalitario que buscaban su justificación ilegítima en el ataque terrorista». «Los abusos de poder policial y, sobre todo, esa lacra de todo estado totalitario que son las torturas, perduraron un tiempo en las estructuras del Estado que estábamos transformando», ha señalado.
El lehendakari ha manifestado que «también ha habido prácticas, que, abandonando el Estado de Derecho, buscaron poner fin al terrorismo de ETA con otros terrorismos, como el Batallón Vasco-Español o el GAL, que pertenecen al pasado, pero que se hacen presentes en el recuerdo de sus víctimas».
Patxi López ha subrayado que «las actuaciones ilegales y antidemocráticas que ejecutaron funcionarios públicos, han tenido una especial perversidad porque actuaban en nombre del Estado de Derecho y debilitaban los argumentos de los defensores de la democracia». Por ese motivo, ha «repudiado» aquellos hechos con el fin de «legitimar nuestro sistema democrático actual que, hace ya tiempo, supo superar y erradicar las lacras del pasado».
En su discurso ha destacado la necesidad de «recordar a todas la victimas del terrorismo sin excepción», entre las que ha citado a las victimas del terrorismo de ETA, a las víctimas del GAL, del Batallón Vasco Español y a las de «otras de grupos violentos». Todo ello, «sin equiparaciones y sin admitir justificaciones».
«Algo ha cambiado»
En su opinión, «algo ha cambiado en Euskadi, aunque nos cueste aún ponerle nombre». En esta línea, ha asegurado que «hoy estamos viviendo en Euskadi un nuevo tiempo», en el que se ha «dejado atrás el poder de condicionar la vida ciudadana que ETA ha tenido durante tantos años». «La fortaleza del Estado de Derecho y nuestra firmeza en la defensa, y en la exigencia del cumplimiento de los principios democráticos, ha obligado a quienes, hasta hace bien poco daban cobertura a la violencia de ETA a moverse y a dar pasos para su incorporación a la democracia», ha manifestado.
«Alianza cruel y terrible»
Esto, según ha indicado, ha hecho que haya «terminado para siempre esa alianza cruel y terrible entre asesinos y grupos de ciudadanos que les servían de apoyo». «Hoy se ha impuesto, con rotundidad, el triunfo democrático. Hemos triunfado, hace tiempo sobre el estado totalitario y también sobre las pretensiones totalitarias de ETA», ha destacado.
Por ese motivo, ha afirmado que los demócratas «no deben nada al abertzalismo radical», sino que ese mundo el que «nos debe 40 años de violencia y falta de libertad que ellos avalaron de manera connivente». Tras afirmar que «la legalidad no les redime de su pasado» porque «eso se lo tienen que ganar», ha añadido que «es evidente que la democracia triunfa cuando, quienes hasta ahora la atacaban, se integran en ella, asumiendo sus principios y valores».
Por otra parte, ha asegurado que «dejar atrás el pasado no quiere decir olvidarlo», por lo que hay que «construir un futuro con memoria». En este sentido, ha anunciado la celebración en 2012 del ‘Año internacional de la Paz, la Libertad y las Culturas’. Además, ha asegurado que el Gobierno vasco impulsará la creación del Instituto de la Memoria y la Tolerancia, «con el doble objetivo de coordinar los diferentes centros y acciones para recordar a las victimas, y para gestionen la memoria de forma inclusiva y sin equiparaciones, y fomentar el relato de lo ocurrido».
Este instituto se planteará «desde la pluralidad y desde el reconocimiento de las diferentes violencias sufridas, pero sin renunciar a la verdad de los hechos». Según ha destacado, «la verdad de lo ocurrido se debe construir sobre tres ejes: la existencia de un grupo terrorista y de sectores sociales que le han dado su apoyo, el proceso de transformación del Estado heredado de la dictadura hasta convertirse en Estado de Derecho plenamente democrático y el triunfo de la democracia sobre todas las violencias totalitarias».
Estrella Digital/EP