Son muchos los niños que desaparecen cada año por todo el mundo. Pequeños que pierden su infancia, su alegría, su vida, porque personas sin alma acaban con ellos.
Familias rotas por el dolor que buscan sin descanso y no obtienen resultado alguno, pero que aún así nunca pierden la esperanza. Casos que estremecen y encojen los corazones, casos que hacen pensar: “¿Y si fuera mi hijo?”, casos en los que la justicia no actúa como debería, casos que dejan criminales impunes pero que sobre todo dejan dolor a su paso.
Madeleine McCann fue vista por última vez el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz (Algarve). Los padres de Maddie pasaron de ser denunciantes a sospechosos tras las pruebas obtenidas por la policía británica desplazada a la zona. Este fatal acontecimiento dio la vuelta al mundo, numerosas fotografías fueron publicadas por medios de comunicación de todos los países, figuras conocidas como David Beckham o la creadora de Harry Potter pidieron la liberación de la niña.
El 21 de julio de 2008, el Fiscal General de Portugal decidió dar carpetazo al caso y exoneró a los padres por falta de pruebas concluyentes. Sigue sin conocerse el paradero de la pequeña que desapareció cuando solo tenía 4 años.
El caso se reabrió el pasado mes de mayo cuando el matrimonio McCann reclamó en una carta al primer ministro David Cameron una revisión independiente del caso. La policía británica Scotland Yard dedicará 30 detectives y millones de libras a investigar el paradero de la menor.
Mari Luz Cortés tenía 5 años cuando desapareció el 13 de enero de 2008, la niña salió de su casa, en la barriada de El Torrejón de la capital onubense, para comprar chucherías a un quiosco cercano, pero no volvió.
Su cadáver apareció flotando en aguas de Huelva. Un operario de Cepsa avistó su cuerpo y las pruebas de ADN confirmaron la tragedia. El culpable Santiago del Valle, quien atrajo a la menor hasta su casa, le efectuó tocamientos, la pequeña se resistió y ambos forcejearon hasta que Mari Luz falleció. Rosa del Valle, hermana del autor del crimen, fue acusada de ser cómplice puesto que le llevó hasta la zona de las marismas para que se deshiciera del cuerpo.
En este suceso pudimos ver una cadena de errores judiciales cometidos por el Juzgado de lo Penal 1 de Sevilla, que no había ejecutado una sentencia firme de cárcel contra Del Valle por abusar antes de su propia hija.
El resultado fue 22 años de cárcel para Santiago y 9 años para su hermana Rosa. En esta ocasión los padres de la menor pudieron dar su último adiós a la pequeña.
Yeremi Vargas. La lucha de los padres del pequeño comenzó el 10 de marzo de 2007, cuando en cuestión de minutos perdió al menor de 7 años de edad en la localidad grancanaria de Vecindario.
Las primeras hipótesis que se barajaron apuntaban a una posible red de pederastas que habría estado operando en las islas, tal y como señalaban algunos medios. En agosto de 2007 se detuvo a un vecino del menor y se le impuso una orden de alejamiento respecto a las viviendas de varias menores. En enero de 2008 se detuvieron a otras tres personas por abusos e intentos de secuestro. Pero esto no alivió el dolor de la madre del pequeño, quien no creyó en ningún momento en esa posibilidad.
La investigación se encuentra en un punto muerto, pese a esto la familia del niño sigue recibiendo llamadas angustiosas de videntes que afirman haber visto a Yeremi.
Actualmente nueve agentes de la Guardia Civil están investigando todo aquello que pueda relacionarse con la desaparición, policías de Madrid y Canarias siguen rastreando llamadas y testimonios para dar con el paradero del menor.
Marta del Castillo, joven sevillana de 17 años, no regresó a su casa en el barrio de Tartessos de Sevilla tras haber pasado la tarde en compañía de su ex novio y de unos amigos. En febrero de 2009 se detuvo a Miguel Carcaño, ex novio de Marta que confesó haberla matado con un cenicero y arrojado su cuerpo al río.
En marzo de 2009 la novia del asesino declaró que el joven le había confesado el crimen, en este mismo mes Carcaño rectificó su declaración ante el juez y afirmó que no arrojó el cuerpo al río sino a un contenedor.
Durante estos dos años, la Policía ha buscado sin descanso a la menor sin ningún éxito, los constantes cambios en las declaraciones del asesino han marcado la actualidad española dejando a todos con el corazón en un puño.
El juicio por la muerte de Marta del Castillo contra Carcaño y el resto de los adultos implicados comienza el próximo lunes sin que, al cabo de dos años y medio, haya aparecido el cuerpo de la muchacha.
Estos son solo algunos de los sucesos de menores que un día salieron de su casa para no volver. Cientos de personas desaparecen al año, algunas familias pueden ver como sus seres queridos descansan en paz, otras siguen con un haz de esperanza de volver a ver el rostro de aquel que un día le robo su sonrisa al no regresar a su lado. La justicia no satisface a todos, solo penas más duras y eficaces conseguirán echar atrás a aquellos que un día deciden llevarse consigo la vida de un inocente.
Rocío Jiménez Montoro