Los secuestradores de los tres cooperantes raptados en la mádrugada de este domingo en el campamento de refugiados saharauis de Rabuni (Argelia), dos españoles y una italiana, están ya en territorio de Malí tras recorrer una importante distancia por la frontera entre Mauritania y Argelia, según ha asegurado fuentes del Polisario Jat Chahid, oposición interna saharaui.
«Han entrado en Malí», ha señalado el coordinador del Polisario Jat Chahid, Mahjoub Salek, quien ha asegurado que un total de siete vehículos de las milicias del Polisario continúan tras los secuestradores, pero que estos secuestradores cuentan con tres vehículos, no solo con uno como en un primer momento, lo que dificulta la persecución.
Los perseguidores habrían conseguido contactar con los secuestradores por teléfono para negociar, siempre según Salek, aunque por el momento no han logrado convencerles de que detengan la marcha. Además, el Frente Polisario habría informado a las autoridades de Malí de que sus milicianos han cruzado la frontera, de su objetivo y de que no pretenden iniciar acción hostil alguna contra Malí, ha señalado Salek, cuyas informaciones no han podido ser contrastadas.
El Polisario sí ha informado de que ha adoptado «todas las medidas» para lograr la liberación de los secuestrados, en palabras del director de la seguridad saharaui, Mohamed Akiek, recogidas por la agencia de noticias oficial saharaui, SPS.
Los secuestrados en los campamentos saharauis del desierto argelino, en Tinduf, son la madrileña Ainhoa Fernández de Rincón, representante de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, el mallorquín Enric Gonyalons, miembro de Mundubat, y la ciudadana italiana Rosella Urru, representante del Comité Italiano para el Desarrollo de los Pueblos (CISP, siglas en italiano).
Rama argelina de Al Qaeda
Fuentes de la Seguridad mauritana ha asegurado que la captura ha sido obra de una rama argelina de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
El secuestro se produjo hacia las dos de la madrugada de este domingo en el área de Rabuni, la capital administrativa de los campos de refugiados. Unos 10 terroristas habrían participado en el secuestro, según han revelado fuentes saharauis. Armados y vestidos con ropa militar, llegaron con dos vehículos todo terreno y se dirigieron a los pabellones en los que se alojan los cooperantes europeos, lo que indica que conocían su ubicación precisa, así como las vías de salida en una noche cerrada y en una zona en la que se circula por medio del campo, según estas mismas fuentes.
«La estrategia estaba bien pensada, creo que se querían llevarse a más», ha señalado el cooperante Juan Bedialauneta, residente en el modulo de donde se produjeron los secuestros, para quien si no lo lograron fue porque en el momento del asalto llegó un vehículo. Los secuestradores redujeron y maniataron a las dos vigilantes de las instalaciones y después se dirigieron al primer pabellón, donde secuestraron a los tres cooperantes.
El suddelegado del Frente Polisario en Madrid, Sidi Ahmed, ha confirmado que los captores se llevaron a los cooperantes tras un forcejeo. Salieron huyendo en dirección sur, rumbo a Mali, perseguidos por vehículos del Polisario. La seguridad ha sido reforzada alrededor de la residencia de los cooperantes extranjeros y reina la calma general tras el secuestro.
La República Arabe Saharaui Democrática (RASD) ha condenado «profundamente» el secuestro de los tres cooperantes, hecho que ha calificado de «trágica operación criminal y terrorista». Según Mohamed Akeik, responsable de seguridad de la RASD, después de lo ocurrido en Libia y del armamento que ha salido de allí «se esperaba un aumento del terrorismo en la región, pero no en esta zona».