Antonio del Castillo y Eva Casanueva, los padres de la joven sevillana Marta del Castillo, han dicho este lunes estar «desesperados» por encontrar el cuerpo de su hija para, así, «tener un descanso» y terminar con la «tortura infinita» que supone no poder enterrar a la joven y escuchar las distintas versiones de los acusados.
El padre de Marta ha comparecido como testigo ante el tribunal encargado de enjuiciar este caso y ha relatado cómo sobre las 00,30 horas de la madrugada del día 25 de enero de 2009, «preocupado» porque su hija no había llegado a casa, «me trasladé» hasta la vivienda del asesino confeso en León XIII y «toqué» la persiana del salón, que daba a la calle, al objeto de comprobar si había alguien dentro, describiendo que en el salón «no había luz» y tampoco «ruido», por lo que ha opinado que «en el salón no había nadie» a esa hora.
«Estoy desesperado por encontrar a mi hija», ha añadido Antonio del Castillo, que ha relatado que, en el momento que la Policía detuvo a Miguel Carcaño, «pensé que se iba a acabar la agonía, pero después vino una versión y otra». «Cualquier día iba a parecer que mi hija había desaparecido por arte del Espíritu Santo», ha dicho, lamentando que «no nos están dando la oportunidad de enterrarla», algo con lo que «mejoraría mucho mi sufrimiento».
De su lado, la madre de la joven ha dicho estar «hundida» porque «para mí sería muy importante recoger lo que quede del cuerpo de mi hija, para tener ese descanso», al tiempo que ha asegurado que las distintas versiones ofrecidas por los acusados, en especial por Miguel Carcaño, «nos han producido una tortura infinita». «Cada versión me hunde más», ha afirmado, aseverando que «encontrar el cuerpo mejoraría mi sufrimiento y sería un alivio».
Estrella Digital/EP