En el Palacio de la Moncloa ya huele a despedida. La mudanza de los viejos inquilinos ya es inminente. Mientras el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, recibía al futuro líder del Ejecutivo, Mariano Rajoy, para hablar de los últimos asuntos de interés pendientes, el portavoz del Gobierno socialista y ministro de Fomento, José Blanco, ha dado la correspondiente rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros. En ella ha anunciado los últimos asuntos tratados por el Ejecutivo de Zapatero, que llega a su fin en una etapa decisiva para el futuro de España. Con cinco millones de personas en el paro y una deuda pública descontrolada, el Gobierno socialista dice adiós al poder y da la bienvenida al nuevo Ejecutivo. “Deseamos al futuro Gobierno lo mejor”, ha dicho Blanco.
Palabras muy medidas son las que el portavoz del Gobierno ha utilizado en esta última comparecencia pública. No quería escándalos, ni grandes titulares en la prensa. Está claro que sólo deseaba que esta última intervención como portavoz del Ejecutivo fuera lo más amena posible. José Blanco ha evitado hacer balances finales, no obstante, ha acabado reconociendo que el Gobierno socialista ha cometido “aciertos y errores”. Tras la insistencia de los periodistas ha terminado enumerando algunos de los primeros; sin embargo, sobre los segundos, se ha remitido al balance que en su momento hizo Zapatero y a los resultado en las urnas el 20N.
“Este Gobierno ha cometido errores, pero les aseguro que en su toma de decisiones siempre ha antepuesto el interés general”, ha dicho Blanco. Ha insistido en que han trabajado “con honestidad, inteligencia y sensibilidad”. Y ha acabado advirtiendo de que el tiempo pasará y de que finalmente el Gobierno del que ha formado parte “acabará tomando peso”.
Para el futuro Gobierno sólo ha tenido buenos deseos, no obstante, ha utilizado esta comparecencia para hacer algunas puntualizaciones. Preguntado por las decisiones que tendrá que tomar Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo se ha limitado a recordar “el trabajo que hizo Zapatero, cuando tuvo que tomar decisiones difíciles, muy criticadas por aquellos que ahora tienen que tomar decisiones difíciles”. Y ha concluido: “Le toca al nuevo Gobierno hacer frente a los ritmos y decisiones. Estamos ansiosos por saber cuáles son esas expectativas, esperamos que algunas se despejen el lunes y el martes en el debate de investidura”.
Al final de la rueda de prensa, el ministro se ha acercado a los periodistas -y tras felicitarnos las fiestas- ha contestado muy amablemente a algunas de nuestras preguntas. Sin ocasión de ser muy explícito en cuanto a su estado de ánimo por ser éste su último Consejo -no sabemos aún si está triste o aliviado-, sí nos ha confirmado que la cena de ministros se celebrará el próximo 21 de diciembre. El mismo día que el segundo Gobierno socialista de nuestra historia llega a su fin y que Mariano Rajoy es investido nuevo presidente de España.