Tras dos días de tedioso debate en el Congreso de los Diputados -con motivo de la X sesión de investidura del sexto presidente del Gobierno de la democracia-, llegó el momento de la verdad. Este martes, a la 1 del mediodía, el Hemiciclo elegía al nuevo líder del Ejecutivo. No había lugar para la improvisación ni para la sorpresa, la sociedad española ya habló el pasado 20 de noviembre. Este martes sólo se cumplía con el formalismo que marca el reglamento de la cámara Baja de las Cortes Generales y que obliga a los 350 diputados que forman el Congreso a decir en voz alta si aceptan, no aceptan o se abstienen en la elección del nuevo presidente que tendrá que hacer frente a una de las crisis más graves por las que está atravesando el mundo occidental, Europa, y muy especialmente España.
Con 187 votos a favor, 149 en contra y 14 abstenciones, Mariano Rajoy ha logrado la confianza suficiente en el Congreso de los Diputados para ser investido nuevo presidente del Gobierno. El sexto de nuestra democracia. Una holgada mayoría que le deja las manos libres para llevar a cabo todas las medidas de urgencia que anunció en su discurso de investidura y que incluyen importantes recortes, salvo en la partida destinada a los pensionistas, que verán aumentada su capacidad adquisitiva durante esta legislatura, tal y como detalló Rajoy en su interveción de este lunes.
«Me siento contento porque han sido muchos años trabajando en defensa de unas ideas en las que creo», ha asegurado el nuevo presidente del Gobierno en los pasillos del Hemiciclo al final de esta segunda sesión del debate de investidura. Que ha contado con las intervenciones de PNV y el Grupo Mixto, y donde ETA, las víctimas del terrorismo y la crisis económica han copado el debate de esta segunda jornada, precedida por el discurso del dirigente ‘popular’ y de las intervenciones del PSOE, CiU e IU, que tuvieron lugar este lunes.
Mariano Rajoy ha contado con el apoyo -además de sus 185 diputados-, de Carlos Salvador de UPN y de Enrique Álvarez Sostres, de Foro de Ciudadanos. Se han abstenido los diputados de PNV, Amaiur y Coalición Canaria. Y el resto de formaciones políticas del arco parlamentario han votado en contra, tal y como habían adelantado durante las dos jornadas que ha durado la sesión de investidura. Juntos han sumado 149 ‘noes’: 110 diputados del PSOE, 16 de CiU, 8 de Izquierda Unida (IU), 2 de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), 1 de la Chunta Aragonesista (CHA), 5 de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), 3 de Esquerra Republicana (ERC), 2 el Bloque Nacionalista Galego (BNG), 1 de Compromís-Equo y 1 de Geroa Bai.
Según ha comunicado al final de la votación el presidente del Congreso, Jesús Posada, en la tarde de este martes se trasladará al Palacio de la Zarzuela para comunicar al Rey que Mariano Rajoy ha obtenido la confianza de la Cámara Baja para gobernar durante los próximos cuatro años. No obstante, el propio Rajoy ha informado al final de la sesión de que el nuevo Ejecutivo no se conocerá hasta este miércoles «por la noche», después de comunicárselo a Don Juan Carlos, puesto que «es lo que dice la Constitución, el ordenamiento jurídico y el sentido común».
La abstención de Amaiur y el «no» de CiU
Los votos de Amaiur y de CiU han sido quizás los más llamativos. Por parte de los catalanes, Rajoy contaba hasta esta misma mañana con la abstención de la formación, que finalmente ha votado en contra. Mientras que la coalición de izquierda abertzale ha decidido «llamar la atención», en palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba, absteniéndose. Nadie lo esperaba, y menos teniendo en cuenta la oposición directa que el PP siempre ha mostrado a que esta coalición entrara en el juego político y que ha materializado la semana pasada impidiéndoles formar grupo parlamentario.
Una decisión con la que los diputados abertzales han pretendido demostrar que no participaban en una votación de un presidente español, según ha explicado después el portavoz abertzale, Iñaki Antigüedad. No obstante, con esta actitud lo que demuestran es lo contrario, puesto que tradicionalmente la abstención en esta elección se sobreentiende como un gesto hacia el nuevo jefe del Gobierno.
ETA centra el debate de la segunda sesión
El primero en llevar al debate de investidura el conflicto vasco ha sido Josu Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso, quien confirmó durante su turno que no iba a apoyar la investidura de Rajoy y le pidió una política penitenciaria «más abierta y más flexible» para afrontar el final de ETA. El PNV ha instado al futuro presidente del Gobierno a adoptar «riesgos» tras el cese definitivo de ETA porque «la paz no es irreversible y hay que seguir trabajándola», y se ha referido en concreto a poner en marcha una política penitenciaria «más abierta para consolidar la paz», según ha dicho Erkoreka.
En su turno de réplica, Mariano Rajoy ha profundizado un poco más en esta cuestión, prácticamente olvidada durante su discurso de investidura. Una posición que ya fue este lunes criticada por los grupos nacionalistas. Para abordar este asunto, el nuevo líder de Ejecutivo ha recurrido a la postura que adoptó el día en que la banda terrorista anunció el cese definitivo de la violencia. Es decir, Rajoy ha vuelto a insistir en que aquella fue una buena noticia, aunque ha advertido de que lo que él quiere ver es cómo ETA «deja de existir». «La tranquilidad total llegará cuando la banda anuncie su disolución», ha dicho el líder de los ‘populares’, al mismo tiempo que ha recordado a las víctimas del terrorismo.
Víctimas que también han sido recordadas por Iñaki Antigüedad, portavoz de Amaiur, finalmente integrado en el grupo Mixto. Quien ha pedido en su turno de palabra el «100% de memoria, para el 100% de las víctimas». Además de instar a Rajoy a que se «radicalice» y comience a ser consciente de que las cosas han cambiado. Unas recomendaciones que no le han sentado nada bien al nuevo jefe del Ejecutivo que ha sentenciado que él es muy consciente de todo y ha afirmado que ni él, «ni la sociedad española le debe nada» a quienes han apoyado a los violentos. Una contundente respuesta que ha propiciado el aplauso de gran parte del Hemiciclo.
Compromís enfada el líder del PP
Mucho se ha hablado del talante moderado y calmado de Mariano Rajoy. No obstante, en la segunda fase de esta sesión de investidura, el líder de los ‘populares’ ha tenido que sacar su genio. La provocación ha llegado de la mano de la formación Compromís-Equo y su portavoz, Joan Baldoví, quien se ha referido a los numerosos casos de corrupción y a los escándalos de los últimos años y ha recordado que el propio expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, está ahora mismo sentado en el banquillo. Le ha evocado también a Rajoy aquello que dijo de que siempre estará «delante, detrás, al lado» de Camps. «Queremos limpiar el nombre de los políticos de nuestro pequeño país», ha insistido el diputado.
Unas palabras que han llegado al corazón del nuevo presidente del Gobierno, que ha espetado a Baldoví: «El panorama que ha pintado aquí de la Comunidad Valenciana no lo acepto de ninguna manera. ¿Por qué viene aquí a hablar del Gobierno valenciano? Si es como usted ha dicho, ¿por qué le votan a ellos y no a usted? Hasta en su pueblo, Sueca, ha tenido más votos el PP que usted… Es que su intervención de esta mañana no ha sido de recibo. La democracia no la ha inventado usted, ¿vale?».
Y es que el diputado de Compromís-Equo no sólo ha intentado dar a Rajoy lecciones de transparencia, sino que también de democracia. Joan Baldoví ha comenzado su intervención quejándose de la inclusión de Amaiur en el Grupo Mixto, porque limita el tiempo del resto de partidos minoritarios. Ha puesto de manifiesto que no puede haber un grupo que «cobije a tanta gente» y ha insistido en que los «valencianos, gallegos, asturianos, canarios y navarros» deben contar con más tiempo para ser correctamente representados. A lo que el líder de los ‘populares’ ha constetado: «Lecciones de democracia, las justas», tras recordarle que en su grupo, el mayoritario, con 186 diputados, la gran mayoría no ha podido aún tomar la palabra en la Cámara.
Rajoy se despide agradeciendo a Zapatero su papel
Después de un día y medio de discursos, réplicas y contraréplicas, el debate de investidura ha llegado a su fin. Y lo ha hecho con las mejores intenciones del que a estas horas ya es el nuevo presidente del Gobierno de España. Mariano Rajoy ha puesto punto y final a esta maratoniana sesión con palabras de agradecimiento y cargadas de buenos deseos. «No voy a defraudarles», ha prometido el nuevo líder del Ejecutivo. «No tengo el monopolio de la razón, y por eso voy a dialogar con todos», ha repetido el dirigente político, quien ha cerrado el debate trasladando sus mejores deseos a José Luis Rodríguez Zapatero. «Hemos discutido mucho, pero usted ha tenido un gran honor, ser presidente de España, y yo así le veré siempre».
Elsa Sardina Vejo