lunes, noviembre 25, 2024
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El Rey aconseja no personalizar los mensajes de su discurso de Navidad

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El Rey se ha mostrado muy satisfecho por la acogida que los partidos políticos han dado a su discurso de Nochebuena, en el que subrayó, entre otras cosas, que la justicia «es igual para todos» y que los servidores públicos han de comportarse con «ejemplaridad», pero ha querido dejar claro que no se deben «personalizar» estos mensajes.

En conversación informal con los periodistas en el Congreso al término de la apertura solemne de la X Legislatura, al Rey se le preguntó si estaba satisfecho con la respuesta que las fuerzas políticas habían dado a su tradicional discurso de Navidad.

El monarca reconoció que este año le había agradado «mucho» esa reacción de los partidos, pero aconsejó «no personalizar» en ningún nombre en concreto su discurso, que es lo que a su juicio en ocasiones hacen los medios de comunicación.

De hecho, la alusión del Rey en su mensaje de Navidad de este año a que «la justicia es igual para todos» se ha interpretado como una alusión indirecta al caso de su yerno, Iñaki Urdangarin, que está siendo investigado por la justicia por los negocios que llevó a cabo a través del Instituto Nóos que presidió durante 19 meses.

Trabajar con honestidad y espíritu de concordia

El Rey ha instado este martes al Parlamento a que contribuya a «reforzar la confianza en las instituciones» y trabaje con «honestidad» y «espíritu de concordia», porque las Cortes deben ser «ejemplo de la voluntad de compartir desde el derecho a discrepar». En su discurso en el Hemiciclo del Congreso con motivo de la apertura solemne de la X legislatura, Su Majestad ha recordado a los parlamentarios que los ciudadanos esperan de ellos que actúen de forma «responsable», «solidaria», «efectiva» y con un «mayor entendimiento» entre las distintas fuerzas políticas.

También ha llamado a las instituciones a «defender la honradez, el esfuerzo y la profesionalidad con que la inmensa mayoría de los españoles desempeñan su trabajo, viven su vida y sacan adelante a sus familias». Don Juan Carlos ha arrancado su discurso felicitando a los ciudadanos que participaron en las elecciones generales del 20 de noviembre así como a los parlamentarios elegidos en esos comicios.

Tras agradecer el «trabajo» y «compromiso» de los parlamentarios que, durante la anterior legislatura, se esforzaron «por dar lo mejor de ellos mismos a favor del bien común y del interés general de toda España», se ha mostrado convencido de que los nuevos diputados y senadores afrontarán con «eficiencia, honestidad y trabajo» las «grandes responsabilidades» que conlleva su cargo.

También se ha mostrado seguro de que los parlamentarios tendrán «muy presente» su «obligación» de «contribuir con decisión y eficacia a la superación» de la crisis económica y de sus «negativos efectos para los ciudadanos», que demandan a sus representantes políticos «una actuación responsable, solidaria y efectiva».

Junto a la superación de la crisis, el jefe del Estado ha recordado a sus señorías que también es su responsabilidad «contribuir a reforzar la confianza en las instituciones». «Su prestigio -ha añadido- está en su correcto desempeño, pero también en la observancia precisa de las normas y los plazos que regulan su composición y funcionamiento».

«Cumpliendo cada uno sus obligaciones constitucionales, reforzaremos cada día más el Estado de Derecho que garantiza con seguridad, justicia y equidad los derechos individuales de las personas, la fortaleza institucional y, en definitiva, nuestra convivencia colectiva», ha proseguido.

Una convivencia, ha añadido, que tiene sus fundamentos en los «múltiples y hondos lazos familiares, culturales e históricos» que unen a todos los españoles y en los «firmes valores» que caracterizan «lo mejor» de la sociedad española y «garantizan el espíritu de concordia con que debe desarrollarse siempre» nuestra vida en común. Por eso las Cortes, ha subrayado el Rey, «deben ser un ejemplo de la voluntad de compartir desde el derecho a discrepar».

Ovación en el Congreso

Los Reyes y los Príncipes de Asturias fueron recibidos en el Salón de Plenos del Congreso con una cerrada ovación de los diputados y senadores, puestos en pie. La calurosa bienvenida duró dos minutos pero no contó con la participación de todos, pues representantes de IU, UPyD y PNV se negaron a secundar tantos aplausos.  

No obstante, el contexto no era el mismo de ocasiones precedentes. La polémica suscitada por la investigación judicial abierta a su yerno, el Duque de Palma, Iñaki Urdangarín, y los ecos de su mensaje navideño, en el que proclamó que la Justicia es «igual para todos», estaban en el ambiente del Parlamento. De hecho, por primera vez en los últimos años no acudieron a la ceremonia las dos hijas del Rey, ni tampoco obviamente el Duque de Palma. Además, en los alrededores de la Carrera de San Jerónimo se podía ver algún cartel contra Urdangarían.

En ese contexto, y tras pasar revista a las tropas, el Rey entró en el hemiciclo, acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, y se encontró con todos los diputados y senadores puestos en pie, dedicándole una calurosa ovación. Los aplausos se prolongaron durante dos minutos y acabaron con un  ‘Viva el Rey’ que fue respondido sobre todo por los parlamentarios del PP.

Eso sí, hubo excepciones: ni Cayo Lara, líder de IU; ni Josu Erkoreka, portavoz del PNV; ni Uxue Barkos, diputada de Geroa Bai, quisieron participar en el aplauso, y la portavoz de UPyD, apenas dio palmas.

Recuerdo a ‘La Pepa’

En su discurso, Don Juan Carlos ha recordado que en 2012 se cumplirá el Bicentenario de la Constitución de 1812, la primera Carta Magna española en la que quedaron plasmados los principios de ciudadanía, soberanía, nación o parlamentarismo.

«Supimos entonces adelantarnos a los tiempos y superar juntos una de las coyunturas más extraordinarias y difíciles de nuestra Historia», ha destacado el Rey, que ha querido recordar «aquella gesta cívica y política» y «reconocer la grandeza de quienes la protagonizaron, pues todos ellos inspiraron un programa de reformas dirigido a afianzar las libertades, con una profunda vocación iberoamericana».

El Rey también ha querido tener un recuerdo con las víctimas del terrorismo, quienes se merecen un «imprescindible homenaje de justicia y reparación».

El monarca ha concluido su intervención confirmando el compromiso de la Corona «con España, con la defensa de su democracia, su Estado de Derecho, su unidad y su diversidad».

Estrella Digital/EP

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