Pistoletazo de salida a la carrera por la Secretaría General del PSOE. El primer aspirante oficial es Alfredo Pérez Rubalcaba, presidente del Grupo Socialista en el Congreso de los diputados. De los candidatos previsibles al congreso de febrero, Rubalcaba ha sido el más rápido. No en vano, en 1975, llegó a correr los 100 metros lisos en 11,2 segundos. Sin embargo, la prueba a la que este jueves se ha presentado no se parece, a priori, tan llana. Con manifiestos cruzados de por medio, y a la espera de que Carme Chacón se coloque en la línea de salida, el que fuera vicepresidente del Gobierno con Zapatero ha perfilado su proyecto para el PSOE ante unos 1.000 simpatizantes y militantes del partido.
La presentación ha tenido lugar en la sede de UGT Madrid, sindicato al que le ha pedido «colaboración, ayuda y participación» para el proyecto. Rubalcaba ha estado apoyado por muchas caras nuevas y otras conocidas como el expresidente de CLM, José María Barreda, el secretario del PSM, Tomás Gómez, la exministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, el exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, los portavoces de su campaña, María González y Juan Moscoso, Jaime Lissavetzky y Rafael Simancas.
«Cambio y unidad», ha señalado el precandidato. Éstas dos palabras son el resumen de su proyecto. Para Rubalcaba, el PSOE tiene que «cambiar» sus políticas «manteniendo sus valores». «Si no conseguimos la unidad no seremos capaces de llevar los cambios profundos que necesita el partido al servicio de nuestro país», ha recalcado. «Tengo fuerzas, ideas, ilusión y la capacidad de unir».
«No podemos ser una izquierda conservadora porque siempre nos ganarán los verdaderos conservadores», ha concretado, por eso apela a la «confianza» para empezar la remontada tras la debacle del 20N. Y, en base a eso, ha analizado los resultados de las elecciones: «Perdimos votos porque perdimos la confianza de los españoles», ha dicho y, para recuperarla, echa mano de la «cohesión» del partido. Apuesta por un PSOE «que diga lo mismo en todas partes», que «vertebre» el país y «tenga capacidad y presencia en todas las comunidades».
El precandidato aborda esta etapa previa al congreso de Sevilla con «tolerancia y respeto». «En el PSOE no tengo rivales, tengo compañeros y compañeras» ha señalado Rubalcaba. Quien asegura que con ellos coincide «en lo fundamental» que es en lo que quieren para España, pero discrepa «en cómo conseguirlo». Si bien, no ha aludido en ningún momento a Carme Chacón.
Oposición
El papel del partido socialista en la oposición es otro de los pilares donde se apoya el proyecto de Rubalcaba. «Nos equivocaríamos si hiciéramos una oposición como la que ha hecho el PP», ha señalado. Aboga por ser «útil» y trabajar desde la oposición para «salir de la crisis» porque, para Rubalcaba, el PSOE es «es el único partido de izquierdas» con unas políticas pensadas «para gobernar».
Democracia
En la presentación de su proyecto, Alfredo Pérez Rubalcaba ha dejado claro que le parece «perfecto» que se elija al secretario general en unas «primarias abiertas». Pero también reivindica un papel mayor de los ciudadanos en el partido. Por ello, habla de la «participación permanente» de los militantes, de «participación social» y «participación tecnológica» a través de Internet. «Hemos tenido problemas para relacionarnos con los ciudadanos. Estábamos ensimismados», ha criticado el precandidato, para terminar con su propuesta de hacer del PSOE un partido «democrático, participativo y abierto».
Conferencia política europea
La idea de Europa también está presente en su proyecto. Si gana la Secretaría General, convocará para la primavera de 2013 una conferencia de la socialdemocracia europea, «un gran debate con las fuerzas progresistas». El objetivo es «alumbrar algún gran proyecto político». Al mismo tiempo, defiende que Europa es, «más que nunca», la «solución» para salir de la crisis, por ello se muestra partidario de «ceder soberanía nacional».
Andalucía
Otro de los puntales de Rubalcaba en esta carrera es Andalucía. La comunidad presidida por Griñán celebra elecciones en marzo y, de momento, es la única cuya Junta conservan los socialistas. De ahí que el precandidato haya vuelto, -como ya lo hizo en campaña-, a recalcar que «hay dos modelos» para salir de la crisis: «El de la derecha y el de los progresistas, tal y como lo está demostrando Pepe Griñán». Para el socialista, la derecha «nunca ha querido» a Andalucía y ha recordado las palabras de la actual ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, quién señaló hace unos meses que los niños andaluces tenían que sentarse «en el suelo» en clase y días después se supo que la foto a la que hacía referencia Mato era de una actividad de cuentacuentos. Por eso, Rubalacaba considera que lo que la derecha quiere de Andalucía es «el poder».
Después de una hora de discurso salpicado por aplausos en varias ocasiones, el precandidato ha finalizado reiterando la «fuerza, ideas e ilusión» que tiene para ser el secretario general del PSOE y «confía» en el apoyo de los militantes y simpatizantes.
El atleta Rubalcaba ya está corriendo en la pista. La pregunta es cuánto habrá que esperar para ver a otro u otra participante en la carrera.
Cristina Rodríguez