El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciado que Cataluña va a mantener su «perfil propio» en el extranjero a través de sus delegaciones a pesar de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ofreció este lunes a las comunidades autónomas las infraestructuras del Estado en el exterior para ahorrar y para crear sinergias.
En rueda de prensa para hacer balance del primer año de su Govern, Mas ha recalcado que estas delegaciones son fundamentales para la promoción económica y cultural de Cataluña en el exterior, por lo que la Generalitat no piensa suprimirlas pese a la crisis.
Mas ha destacado que la red propia catalana en el exterior no significa que Cataluña renuncie a mantener «una colaboración sincera con las autoridades diplomáticas españolas».
Cerca de 200 oficinas en el extranjero
Las comunidades autónomas disponían a mediados de 2010 de alrededor de 200 oficinas en el extranjero. Cataluña era la que más delegaciones acumulaba, con 48 de esas ‘embajadas’, el doble que la Comunidad Valenciana y Andalucía, y cuatro veces más que Madrid. El PP calculó en aquel momento que estas ‘embajadas’ podían tener un coste de al menos 150 millones de euros.
Así se recogía en la documentación que el Gobierno socialista entregó al Partido Popular (PP), entonces en la oposición, el cual por aquella época, cuando ya había surgido el debate de limitar el gasto de las administraciones públicas, pidió incluir estas oficinas en el plan de austeridad del Ejecutivo.
De acuerdo con aquellos datos, las comunidades autónomas disponían de unas 200 oficinas repartidas por 37 países del extranjero y en su mayoría se trataba de oficinas de promoción comercial o de turismo.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha ofrecido ahora a las comunidades que, en lugar de abrir su propia red de delegaciones «destacar funcionarios a las embajadas, consulados u oficinas comerciales españolas que atiendan específicamente sus intereses» con el objetivo de «evitar duplicidades» y ahorrar costes.
Cataluña, Valencia y Andalucía, las que más tenían
A mediados de 2010, Cataluña era la comunidad que encabeza el ‘ranking’, ya que tenía 48 de esas unidades administrativas. Por detrás se situaban la Generalitat valenciana, con 23, y Andalucía, con 22. A más distancia estaban País Vasco y Asturias, con 13 oficinas cada una.
El siguiente escalón lo ocupaban Murcia y Galicia (ambas con 12); la Comunidad de Madrid (11); Castilla y León, Aragón, Canarias y Navarra (con 5 oficinas cada una); Extremadura (4); La Rioja, Baleares, Castilla-La Mancha y Cantabria, que tenían dos cada una.
Todas las comunidades autónomas tenían abierta una oficina en Bélgica, debido a que en Bruselas se concentran las instituciones de la Unión Europea. Otro punto en común es que la mayoría tenía delegación en China, México, Argentina, aunque la Generalitat de Cataluña ya ha anunciado el próximo cierre de la delegación en el país sudamericano.
Reproches de Mas al Gobierno del PP
El presidente de la Generalitat también ha aprovechado la rueda de prensa de este martes para reprochar al nuevo Gobierno del PP que trate a las autonomías «como menores de edad o como los alumnos malos de la clase» al responsabilizarlas del déficit que ha acumulado España con la crisis.
Mas ha criticado que este trato es «una injusticia y un auténtico disparate», y ha asegurado que quien tiene una deuda mayor acumulada a lo largo de muchos años es el Estado y no las autonomías. Además, ha avisado al Ejecutivo de que las comunidades son una parte muy importante de la estructura de España, y ha advertido de que «si el PP no toma conciencia de esta importancia, al final acabará erosionando al propio Estado».
Ha precisado que este reproche no es para el nuevo presidente, Mariano Rajoy porque no ha tenido tiempo para enmendar la situación, sino al conjunto de la Administración General del Estado.
Sostiene que las autonomías, además de cuestiones como la defensa, el subsidio del paro y las pensiones, gestionan la mayoría de las competencias, por lo que el Estado no puede tratarlas como «escolares rezagados».
«Las autonomías son parte sustancial del Estado. Yo mismo soy el representante del Estado en Catalunya», ha enfatizado para justificar la importancia de las comunidades, y ha sentenciado que ahora el PP tiene una gran ventaja para entenderlo porque gobierna en la mayoría de ellas.
Asimismo, ha recalcado que si España no está intervenida es porque CiU facilitó la tramitación en el Congreso de las primeras medidas de austeridad que promovió el Gobierno del PSOE, unas medidas a las que el PP se opuso.
Estrella Digital/Agencias