Corren buenos tiempos para el Partido Popular. Tras arrasar en las elecciones generales del pasado 20 de noviembre, toda parece irle de cara. Son momentos difíciles para gobernar, pero Rajoy está dispuesto a no rendirse a la primera. Primero tuvieron que reestructurar el Gobierno en base al principio de la «austeridad»: menos carteras ministeriales, menos altos cargos y menos presupuesto para la Administración Pública. Y ahora toca hacer lo mismo, pero dentro de casa.
Este viernes arranca en Sevilla el XVII Congreso Nacional de los ‘populares’. Un cónclave tranquilo, en el que no se esperan muchas sorpresas. Tal y como reza en el lema de este año, en esta cita, el PP sólo intentará poner en relieve su «compromiso con España». Por este motivo, las guerras internas quedarán adormecidas y en segundo plano. En esta ocasión tienen que demostrar que son «el partido que sustenta la Gobierno», como bien reiteró en sucesivas ocasiones la actual y posible futura secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la última rueda de prensa que concedió este lunes en la sede nacional del partido. Y por ello, no hay lugar para la improvisación, y menos aún para la polémica.
Esta es una de las razones por la que los ‘populares’ han decidido obviar en Sevilla el controvertido tema de la homosexualidad. Las opiniones discordantes dentro de la formación a este respecto han ocupado demasiadas portadas ya. Y el PP no quiere que al final del Congreso, el titular sea la división de partido por el matrimonio homosexual. La solución al respecto la hacía pública este jueves el propio partido: un artículo pactado entre los coordinadores de esos documentos y los compromisarios que habían pedido enmendarlos, en las ponencias social y política. El PP acatará en cualquier caso la sentencia que dicte el Tribunal Constitucional acerca del alcance de la definición constitucional del matrimonio.
Una polémica similar a la que esta semana protagonizaba la Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en relación al concepto de «cristiandad». La definición del Partido Popular como una formación inspirada en el «humanismo cristiano» o un partido que nace de la «tradición cristiana e ilustrada», fue contestada por varios ‘populares’. Cifuentes y Ángel Garrido propusieron que se debatiera eliminar el término religioso sustituyéndolo por la frase «humanismo de tradición occidental» o «europea». Una puntualización que no ha hecho mucha gracia en los sectores mayoritarios de Génova.
Aún así, al mal tiempo buena cara. Los actuales problemas españoles son tan graves, que estos dos controvertidos temas no quedarán nada más que en una anécdota. Varias asociaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales apoyarán este viernes el matrimonio homosexual ante las puertas de congreso del PP. Pero la realidad es que las cuestiones económicas siguen siendo de máximo interés. Puede que en la ponencia sobre Economía, redactada por Luisa Fernández Rudi, José Manuel Soria y José Antonio Monago, pongamos cara a alguna de las reformas que al Ejecutivo tiene pensado hacer de aquí a que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el 30 de marzo.
Pocas incógnitas y sorpresas
Cuestiones económicas a parte, lo cierto es que apenas ha transcendido información sobre la gran incógnita de este cónclave: la nueva estructura del partido. Rajoy ha querido -igual que hizo con el Gobierno- mantener estos nombramientos en secreto. Aunque algunos ya se dan por hecho. Todo parece indicar que el continuismo y la austeridad van a marcar esta decisión. Rajoy revalidará su liderazgo al frente del PP y ya ha dejado claro que quiere que su secretaria general siga siendo María Dolores de Cospedal, que tendrá que compaginar esta función con la de presidenta de Castilla-La Mancha. Estas son las dos mayores certezas que tenemos hasta el momento. El resto son rumores, con fundamento, pero al fin y al cabo rumores.
Este domingo lo sabremos, pero por el momento suenan con fuerza varios nombres para el núcleo duro de la formación. Ana Mato, Esteban González Pons, Javier Arenas y Soraya Saénz de Santamaría son algunos de ellos. El futuro de González Pons -que se quedó sin cartera- probablemente sea el más incierto. Y por ello, el más mediático. Aún no está claro si Rajoy lo ascenderá en sus funciones o lo mantendrá como vicesecretario de Comunicación. Fuentes del partido también le colocan de número dos de De Cospedal, para aliviarle en su gestión diaria -como hico Álvarez-Cascos con Ángel Acebes en 1996- y que pueda seguir como presidenta regional. No obstante, las malas lenguas dicen que a este movimiento la castellanomanchega se ha negado.
Calendario de actividades
El recién fallecido Manuel Fraga, presidente fundador del partido, también estará presente en este congreso. El viernes por la tarde, el cónclave abrirá sus puertos con la inauguración por parte de Mariano Rajoy de la exposición al ‘popular’, que falleció el pasado 15 de enero. Y al día siguiente volverá a rendirse homenaje al expresidente de la Xunta con la proyección de un vídeo.
A continuación, tras una breve intervención del presidente del Congreso, Juan Ignacio Zoido, tomarán la palabra los tres portavoces parlamentarios: Jaime Mayor Oreja, José Manuel Barreiro y Alfonso Alonso. Después seguirá la intervención de María Dolores de Cospedal, que presentará el informe de gestión del Comité Ejecutivo Nacional. Y en esta misma tarde comenzará el trabajo de las comisiones que debatirán las más de mil enmiendas que se han registrado a las cinco ponencias: Estatutos, Política, Económica, Social y Política Exterior.
A esta cita tampoco podía faltar el expresidente de la formación, José María Aznar. Intervendrá el sábado, antes de que Mariano Rajoy presente su candidatura a la reelección. Y ya el domingo clausurarán el Congreso, el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas; y los recién reelegidos presidente del PP y secretario general, es decir, Rajoy y De Cospedal.