Miles de personas se han concentrado este martes en el centro de Madrid, durante una marcha que ha llegado hasta la sede nacional del PP en la calle Génova, para mostrar su apoyo a las protestas contra los recortes protagonizadas por los estudiantes de Valencia y denunciar la dureza policial empleada para disolver las manifestaciones.
La concentración, que arrancó sobre las 19.30 horas en la Puerta del Sol y que se ha desarrollado sin detenciones ni enfrentamientos destacables, fue convocada en las redes sociales en defensa de los estudiantes valencianos «que están siendo maltratados por la policía en un claro ejemplo de abuso de poder».
Durante la protesta, los participantes reclamaron la dimisión de la delegada del Gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León, y corearon consignas como ‘Basta ya de violencia policial’, ‘Menos policía y más educación’ o ‘Aquí estamos, nosotros no pegamos’.
Los concentrados, que abarrotaron la céntrica plaza madrileña en los primeros compases de la marcha, portaron pancartas con lemas como ‘Libertad de protestar’, ‘PP: esclavos armados contra esclavos desarmados?’ o ‘Abajo la violencia estatal-policial’.
Los congregados en la marcha madrileña trasladaron reiteradamente a lo largo de todo el recorrido su solidaridad con los compañeros valencianos, así como su rechazo a los recortes educativos, y se declararon ‘enemigos’, en un guiño al calificativo que en la jornada del lunes empleó el jefe de la Policía de Valencia para referirse a los manifestantes.
La marcha abandonó a última hora de la tarde la céntrica plaza madrileña y, ya menos numerosa, emprendió un recorrido por las principales arterias del centro de la capital, pasando por Gran Vía, donde se protagonizaron varias ‘sentadas’ que obligaron a interrumpir el tráfico, imagen que se repitió ya en la calle Alcalá.
El recorrido de la concentración prosiguió por la plaza de Cibeles, fuertemente custodiada por la Policía Nacional, y, tras subir por el Paseo de Recoletos, un grupo numeroso de participantes trasladaron sus protestas a la calle Génova donde se encuentra la sede del PP.
El edificio que alberga la sede de los populares estaba fuertemente custodiado por la Policía, con media docena de furgones de la Policía, y los agentes antidisturbios apostados a la puerta para garantizar la seguridad.
Finalmente, los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) no intervinieron y, tras lanzar algún objeto aislado contra la sede nacional del PP entremezclados con las consignas de la protesta, los manifestantes siguieron su recorrido por las calles madrileñas, previsiblemente en dirección al Congreso de los Diputados.