Una menor víctima de presuntos abusos sexuales a manos de su padre de acogida ha relatado esta mañana en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid cómo su agresor comenzó a abusar de ella a los seis años, hechos que se prolongaron hasta los catorce años cuando decidió denunciar lo que sucedía en una carta.
«Mi padre de acogida empezó a tocarme con seis años. Lo veía normal. Pensé que se lo hacía también a sus hijos», ha señalado al tribunal la víctima, quien ha declarado tras un biombo para evitar la confrontación visual con Antonio C.A., que se ha sentado en el banquillo de los acusados por un delito de abusos sexuales.
Tras la práctica de la prueba, el fiscal ha solicitado que se le condene a diez años de prisión al considerar acreditados los hechos que se le imputan. Además, el fiscal pide que se le prohíba acercarse a la menor durante quince años.
En su declaración, la chica ha contado que los tocamientos comenzaron a ser bastantes frecuentes a partir de los once años cuando su madre de acogida murió. A preguntas de la fiscal acerca de por qué no lo denuncia, la chica ha admitido que tenía miedo a perder la poca familia que le quedaba.
Según su testimonio, a los catorce años la situación empeoró, ya que a los tocamientos se sumó el mal trato que recibía de su padre de acogida. Por ello, decidió contar en una carta los hechos que estaba viviendo, denunciado el caso ante sus cuidadores de Mensajeros por la Paz.
Por su parte, el procesado ha relatado que se ofrecieron a la madre de la niña por las necesidades económicas de la familia de la pequeña. «Para mí, es como una hija, aún con todo el mal que me ha hecho», ha destacado el hombre.
Además, ha negado que realizara tocamientos sobre la menor. No obstante, ha reconocido que en una ocasión sorprendió a la menor tocándole cuando ésta tenía diez años. «Estaba dormido y me desperté y ella estaba tocándome», ha contado.
Asimismo, uno de los hijos biológicos del acusado ha dicho que éste no se implicó en los cuidados de la niña. «Jamás he sospechado que pasara nada», ha recalcado y ha indicado que la menor le contó lo sucedido. «No me dio tiempo a decir nada, cuando él ya decía que había sido la niña. No le dije nada y él explotó», ha narrado.
Según el fiscal, el procesado tenía en acogimiento familiar a la menor desde los seis años de edad, momento en el que comenzaron los abusos. La menor ingresó en un hogar de Mensajeros por la Paz en septiembre de 2004, pero los hechos continuaron durante los fines de semana y periodos vacacionales en los que permanecía en casa del acusado.