El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado su primer paso por el Senado desde su llegada al Gobierno para criticar la oposición del PSOE a la reforma laboral. «No es razonable que si ustedes no hicieron lo que deberían haber hecho nos impidan hacer lo que necesita España, las empresas y los trabajadores», espetó al senador del Grupo Socialista Marcelino Iglesias.
El primer ‘rifi-rafe’ entre Rajoy e Iglesias arrancó con una crítica del portavoz socialista al tiempo transcurrido desde su nombramiento como presidente del Gobierno y su primer paso por la Cámara Alta: «Le hemos echado de menos en esta Cámara, para nosotros, como demócratas, sabiendo la gran responsabilidad del presidente sabemos que el Parlamento siempre es una prioridad», señaló.
Rajoy, que recogió el guante con un «gracias por su bienvenida, aunque sea condicionada», entró de lleno en la pregunta de Iglesias, que ponía sobre la mesa la inquietud levantada por la reforma laboral, de la que dijo que es «la reforma del despido prácticamente libre».
Según Rajoy, la inquietud es la existencia de más de cinco millones de parados, por lo que la reforma laboral aprobada es «una necesidad». Dicho esto, echó en cara a la bancada socialista que hable de despidos cuando en los últimos cuatro años se han perdido más de tres millones de empleos.
Asimismo, ante las críticas vertidas por Iglesias sobre el supuesto «ataque» a los sindicatos que supone, Rajoy argumentó que el PSOE también aprobó dos reformas laborales sin contar con los sindicatos, y que tuvo que afrontar una huelga general.
Además, indicó que si el PSOE prepara ahora un texto alternativo a la reforma laboral es porque la que llevaron a cabo «no lo hicieron bien». «Lo único que se hacía en su reforma laboral era encadenar contratos temporales, y así era metafísicamente imposible hacer un contrato indefinido», añadió.
El PSOE deja clara su oposición a la reforma
Por su parte, el senador Iglesias dejó claro en su primer cara a cara con Rajoy que el Gobierno «no contará su apoyo porque en realidad lo que plantean no es una reforma laboral, sino una modificación total del sistema de relaciones laborales». «Sin duda, el mercado laboral necesitaba una puesta a punto, pero no una laminación total», añadió.
«No vamos a decir sólo que no, vamos a hacer una oposición responsable, pero también contundente cuando se sobrepasen las líneas rojas», prosiguió diciendo el senador socialista, para recordar a continuación que su grupo parlamentario «está preparando un texto alternativo» en la convicción de que la reforma del PP «choca frontalmente con el espíritu y la letra de la Constitución de 1978».
«Vamos a hablar claro, vamos a llamar al pan pan y al vino vino, esta es una ley del despido libre y gratuito, o si me apura, del despido libre y barato. Para esa ley no cuente con nosotros y estoy convencido de que tampoco podrá contar con la inmensa mayoría de los españoles», sentenció.
Estrella Digital/EP