La banda terrorista ETA ha remitido a la agencia de noticias gala AFP un comunicado a través del cual pide al Gobierno francés un diálogo directo, al tiempo que denuncia la versión habitual de las autoridades de ese país que presentan el «problema vasco como si fuese únicamente una cuestión española».
En el comunicado, la banda terrorista dice esperar que el Ejecutivo francés «responda positivamente a la oportunidad que se brinda para un final definitivo» de lo que denomina «consecuencias del conflicto» mediante el establecimiento de «conversaciones directas con ETA».
La banda terrorista recrimina incluso a las autoridades francesas que perciban «el problema vasco» como «si fuese únicamente una cuestión española», eludiendo así, dice, «la directa responsabilidad que tiene el Estado francés». «Niega (Francia) la realidad nacional de Euskal Herria y el derecho de los ciudadanos vascos a decidid sobre su futuro», lamenta.
Igualmente, ETA acusa a Francia de «guerra sucia» y de colaborar en la «desaparición de militantes» por su política de colaboración en el arresto de terroristas, al tiempo que también reprocha a los Ejecutivos francés y español su «política represiva» y de «venganza contra los presos vascos».
Actualmente, hay en torno uno 150 presos de ETA repartidos por las cárceles francesas, entre ellos la mayoría de los últimos dirigentes de la organización criminal. Desde que ETA emitió el comunicado anunciando el cese definitivo de la violencia han sido detenidas hasta 16 personas relacionadas con la actividad criminal, de los cuales nueve han sido arrestados en territorio francés, el último de ellos este mismo miércoles, José Manuel Azkárate, alias ‘Manu’.
Campaña electoral francesa
El comunicado de ETA se produce cuando Francia está inmersa en un proceso electoral para elegir a su nuevo presidente, con la cita de la primera vuelta el 22 de abril y la elección definitiva el 6 de mayo.
Se trata de la primera declaración pública que emite la banda terrorista ETA después de que el pasado 20 de octubre anunciase el cese definitivo de su actividad armada. En aquella ocasión, producida tras la declaración de Aiete de San Sebastián firmada por varios líderes internacional, la banda terrorista también emplazaba a los gobiernos español y francés a abrir «un diálogo directo» con los terroristas para buscar soluciones a «las consecuencias del conflicto».