No eran ni las 5 de la tarde -hora y media antes de que arrancase la manifetación organizada por CCOO y UGT- y Madrid ya era un auténtico hervidero de gente. La Puerta del Sol rezumaba aires de indignación. Decenas de curiosos, con camisetas rojas y banderitas de sus sindicatos, ya llevaban varias horas apostados en las vallas colocadas en la céntrica plaza, frente al escenario desde el cuál, los líderes sindicales leerán el manifiesto con el que se pondrá punto y final a esta tranquila jornada de huelga general.
Una jornada en la que sindicatos y Gobierno se han estado cruzando declaraciones y lanzando peticiones desde la distancia. Ambos bandos han hablado de diálogo, respeto y acuerdo, pero con intenciones encontradas. CCOO y UGT exigen al Gobierno una modificación «profunda» de la normativa, mientras que el Ejecutivo se muestra inamovible en su postura e insiste en que el «núcleo duro» de la reforma no lo «va a tocar».
Aún desconocemos el porcentaje exacto de seguimiento, aunque ya ha habido declaraciones para todos los gustos. Los sindicatos marcan el seguimiento en un 77% de media, con una participación que ha oscilado entre un 97% de seguimiento en industria y construcción y un 57% en las administraciones públicas. Por su parte, el Gobierno no ha querido hacer valoraciones al respecto, pero sí se ha apresurado a aclarar que según los datos que ellos manejan -como es el caso del consumo eléctrico- pueden determinar que el seguimiento ha sido menor que en las dos convocatorias anteriores (2002 y 2010).
Por lo pronto, lo que sí es evidente, es que la movilización en las calles de cientos de ciudades de toda España ha sido un verdadero éxito. La manifestación central de apoyo a la huelga general contra la reforma laboral y los recortes ha arrancado a las 18.30 horas de la madrileña plaza de Neptuno, encabezada por los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, quienes hace unas horas han proclamado el «éxito » de esta primera huelga general contra el Gobierno de Mariano Rajoy.
La manifestación, la principal de las 111 convocadas en toda España en este día de paro, ha dado sus primeros pasos en medio de un ambiente festivo, con gritos y pancartas como «Violencia total, robáis casa y pan. Rebelión contra la esclavitud» o «Rajoy recorta también los meses que no llego a fin de mes». El Paseo de la Castellana desde Colón hasta Atocha estaba cortado desde las 16.30 horas, dos horas antes de la marcha, y a la altura del Banco de España se podía ver una pancarta grande en la que ponía «Cerrado por huelga». Sobre las proclamas que los manifestantes coreaban también habría un libro para contar, aunque algunas han sido especialmente destacadas. Unas por su tono de advetencia: «Ni un paso atrás. Contra la reforma, huelga general». Y otras por su intencionalidad: «Luego dirán que somos cinco o seis».
Junto a Toxo y Méndez encabezaban la marcha, que se encaminaba hacia la Puerta de Sol, el secretario de organización del PSOE, Óscar López y el coordinador general de IU, Cayo Lara. También acompañaban a los manifestantes, aunque no en la cabecera de la manifestación, algunos miembros del Partido Socialista como el secretario de Formación, Rafael Simancas, el exministro Manuel Chavez, el secretario general del PSM Tomás Gómez, la secretaria de Economía y Empleo, Inmaculada Rodríguez Piñero, y el secretario de Política Municipal, Gaspar Zarrías.
Los líderes sindicales han advertido a Rajoy de que si no da marcha atrás con la reforma laboral convocarán más huelgas generales.
A su llegada a Sol los líderes sindicales se dirigirán a los ciudadanos para poner el colofón a este día de huelga general, la sexta de 24 horas de la historia de la democracia y la segunda contra el PP.
Jornada tranquila con 58 detenidos
Horas antes, el centro de Madrid estaba tranquilo. A las 10 de la mañana un dispositivo policial cercaba la Puerta del Sol. Los agentes se mantienen tranquilos. Los manifestantes aún no habían llegado al kilómetro cero aunque lo harían a lo largo del día. A pocos metros de allí, en la Gran Vía madrileña, el rastro de la Policía conducía hacia la manifestación. Unas 2.000 personas cargadas con banderas y pegatinas sindicales avanzaban por por la calle principal de Madrid gritando insignias como «No nos mires, únete».
Pero los altercados brillaban por su ausencia. Seguidos de cerca por varias lecheras y muchos agentes, el dispositivo del centro de la ciudad aún a más de mil policías, avanzaban tranquilamente hacia la Plaza de Cibeles. El ambiente que se respiraba por la mañana contrasta con lo sucedido durante la madrugada de este jueves cuando la Policía detuvo a 58 personas, entre ellas el actor Willy Toledo.
La huelga en Madrid no madrugó, trasnochó. En la noche del miércoles al jueves varios manifestantes recorrían las calles del centro de la capital con gritos de «Huelga, huelga, huelga», formando ruido con una cacerolada y vigilados desde el aire por los helicópteros policiales.
La Directora General de Política Interior, Cristina Díaz, en su comparecencia de las ocho de la mañana aseguraba que a esa hora el cómputo total de detenidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, era de 58 personas. Se produjeron tres heridos leves, así como seis agentes de las Fuerzas de Seguridad, de escasa consideración.
España está tranquila
La directora general de Política Interior, Cristina Díaz, en su comparecencia de las once de la mañana, ha explicado que el impacto de la huelga general es «claramente inferior» al que se registró durante el paro del año 2010.
Durante su comparecencia Díaz ha destacado dos aspectos claves para realizar estas afirmaciones que son la «evolución del consumo eléctrico» y «el arranque de las grandes superficies comerciales». «La normalidad en los centros de trabajo españoles es muy elevada», ha subrayado.
Por último, Díez ha querido expresar «su satisfacción por la responsabilidad y el respeto» que están mostrando «los ciudadanos españoles» a la hora de ejercer o no su derecho a la huelga.
La responsable gubernamental hizo hincapié en la normalidad que se vive en todo el país durante esta jornada de huelga, destacando que en Barcelona y Madrid, el transporte público está funcionado por encima de los servicios mínimos fijados con los sindicatos.
La mayoría de tiendas y centros comerciales del centro de la capital están abiertas aunque atentas al paso de los manifestantes para echar el cierre y evitar los piquetes. Los ciudadanos pasean con calma por las calles aledañas a la manifestación como si fuera un día más, en el que sólo se respira ambiente de huelga por la mayor presencia policial y los helicópteros que sobrevuelan sus cabezas. La normalidad también está en los mercados centrales de las grandes ciudades, salvo el de Murcia que ha sido cerrado y algunos problemas en Barcelona.
No obstante, el único sector que está notando los efectos de la huelga es el de la automoción, concretamente en las plantas de fabricación de automóviles, y sólo se han producido «algunas incidencias» en los mercados centrales de Madrid, Valencia y Zaragoza.
El resto de sectores, según ha asegurado Díaz, están funcionando con «normalidad y tranquilidad» y se están cumpliendo los servicios mínimos pactados.
Dicho esto, la directora general de Política Interior ha recordado que el Gobierno va a «garantizar» durante toda la jornada el desarrollo «normal» de la actividad cotidiana de todos los ciudadanos «en el ejercicio libre de sus derechos».
E. Díaz/E. Sardina