En la sociedad actual muchas personas ayunan por motivos que no siempre son religiosos: para mejorar su salud, eliminar las toxinas, perder peso, etc. «En muchas ocasiones se quebranta la salud por desconocimiento y falta de cultura nutricional», apunta Rubén Bravo, naturópata y especialista en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). El ayuno se interpreta como «dejar de comer y beber un tiempo» o como una ingesta sólo de líquidos, pero sin criterio alguno. No hay que olvidar que se trata de una práctica de tradición milenaria que en su connotación sagrada «purifica el alma y eleva el espíritu»# mediante la supresión del aporte de comida. Si se hace de forma saludable, el ayuno sirve para limpiar y descongestionar nuestro aparato digestivo, pero si se lleva al extremo y sin conocimiento, puede ocasionar cuadros de males gástricos, hipoglucemia y hasta desmayos.
Para los que van a guardar ayuno durante este Viernes Santo, el equipo de nutricionistas del IMEO ha ideado un plan de alimentación basado exclusivamente a líquidos que asegura los niveles mínimos de glucosa necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. En este caso, es importante comer abundantes verduras y frutas el día antes para que el cuerpo tenga una «reserva» de glucosa. Los días después conviene comer de forma moderada, sin excesos. En cuanto a los típicos dulces de la Semana Santa, se puede optar por recetas de elaboración propia, bajas en calorías, como por ejemplo las torrijas light. Se preparan de pan integral al vapor y se terminan de hacer en el horno, evitando así las frituras y grasa saturada. Si se sustituye la miel por almíbar y se cambia el azúcar por fructosa -tiene igual de calorías, pero endulza casi el doble, por lo que se utiliza una menor cantidad-, nos podemos ahorrar algunas calorías.
«En día de ayuno el aporte calórico nunca debería bajar de unos 1000 – 1100 Kcal diarias», indica Bravo. Por tanto, la actividad física realizada durante el día debe ser más bien baja o limitada a sólo caminar para evitar el riesgo de bajadas de tensión o azúcar.
Tomen nota del menú:
Cuando |
Qué tomar |
Por qué |
Desayuno | Un vaso y medio de zumo de piña recién hecho |
Fruta digestiva, con efecto diurético. Ejerce una función purificadora del tramo intestinal. |
Media mañana | Un vaso y medio de yogur bebido 0% grasas |
Aporta proteínas e hidratos de carbono para paliar el sustento necesario. |
Almuerzo | Dos tazones de caldo de verduras y pescado |
Rico en vitaminas, minerales y oligoelementos. |
Merienda | Zumo de 3 naranjas |
Fruta rica en vitamina C. Además de ser un buen antioxidante, ayuda a depurar las toxinas del torrente sanguíneo. |
Cena | Dos tazones de caldo de verduras y pescado |
Lo que deben tener en cuenta:
- El período de ayuno recomendado no debería superar las 48 horas, ya que estamos sometiendo al cuerpo a niveles altos de abstinencia y debilidad, poniéndolo al límite de sus capacidades de subsistencia.
- La práctica del ayuno está desaconsejada en diabéticos, hipotensos, hipoglucémicos, personas con obesidad grave, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, menores de edad o en periodo de crecimiento y gente mayor de 65 años. Son grupos con una salud más frágil y tienen mayor riesgo de deshidratación y desórdenes metabólicos.
- Tampoco estaría indicado para personas con síntomas de desnutrición, los enfermos de tuberculosis, cáncer o SIDA, los pacientes con insuficiencias cardiaca, de riñón o hepática y los que padecen trastornos psiquiátricos, entre otros.
- En los demás casos, el ayuno se debería interrumpir, si aparece alguno de los siguientes síntomas: sensación de debilidad, desmayos, sudoración profusa, temblor, taquicardia o fatiga.
Dietas depurativas, ideales para afrontar el cambio estacional
Desde el punto de vista de la Naturopatía, los procesos de detoxificación son efectivos y se recomiendan hacer durante una o dos semanas con cada cambio estacional y siempre bajo la supervisión de un especialista. Mejoran los problemas cutáneos, reducen la sensación de ansiedad, infecciones respiratorias, problemas digestivos, insomnio, dolor de cabeza, dolores musculares, etc.
«Para realizar una dieta de detoxificación o depurativa no hay que realizar aquellas estrictas centradas en líquidos, sino que debemos evitar los fritos, las harinas refinadas, los lácteos, la sal, los hidratos fuera del desayuno (y dentro siempre integrales), los azúcares, los enlatados, congelados o envasados y los embutidos, mientras que tenemos que dejar de lado el tabaco, dormir entre 8 y 9 horas y beber únicamente agua (entre 2 y 3 litros al día)», indica el naturópata y especialista de nutrición de IMEO.Durante la terapia de detoxificación se recomienda tomar un par de frutas al día. Las ciruelas aumentan las defensas, las cerezas favorecen el tránsito intestinal, el limón tiene propiedades diuréticas, depurativas y antisépticas, y la manzana es rica en fibra que ayuda en la absorción de las toxinas. A la hora de comer o cenar podemos tomar unos 150 gramos de proteínas bajas en grasa, como pescado, marisco, huevo, pollo, conejo o pavo. La guarnición, en ambos casos, debe ser de tres puñados de verdura en comida y dos puñados en cena.En el tiempo que dure el régimen, es bueno movernos un poquito más (caminar una hora diaria) y que nos dé el sol al menos durante 4 o 5 horas al día. Si dentro de nuestros objetivos está el reducir grasas sin perder a penas masa muscular, el ejercicio indicado sería la musculación muy moderada con descansos entre series de 2 minutos para potenciar el consumo de grasas como fuente de energía, sustituyendo los niveles limitados de glucosa. Podemos acompañar ésta terapia de detoxificación con productos homeopáticos como la Nux Vómica (detoxificación hepática, digestión y estreñimiento) y Berberis (eliminación de líquidos, limpieza del sistema linfático y riñones).Una persona que está en proceso de detoxificación se siente más liviana y con menos sensación de pesadez o inflamación. Mental y emocionalmente se encuentra estable. La hipertensión y la respuesta de la insulina también mejoran por utilizar alimentos de bajo índice glucémico.