Antonio Amorós, exportavoz socialista en la Diputación de Alicante e imputado por presunta corrupción en el caso Brugal, se ha convertido en uno de los representantes de los socialistas valencianos (PSPV) en el comité federal del PSOE.
La entrada de Amorós en el comité federal del PSOE priva a los socialistas valencianos de la que hasta hoy aparecía como su gran baza: su política de tolerancia cero hacia la corrupción.
Amorós, afín a Ximo Puig, vencedor del congreso que el pasado fin de semana liquidó la etapa de Jorge Alarte como secretario general del PSPV, Amorós ya declaró en junio de 2011 ante el juez del caso Brugal. No respondió entonces las preguntas de los fiscales anticorrupción pero proclamó su inocencia y negó tajante haber cobrado cuatro años antes sobornos del empresario Ángel Fenoll –uno de los principales imputados- a cambio de mediar en su favor para que se le adjudicase el Plan Zonal de Residuos de la Vega Baja. Su caso constituye una excepción dentro del caso Brugal, donde todos los demás políticos imputados o investigados proceden de las filas del PP: el más conspicuo, José Joaquín Ripoll, expresidente de la Diputación alicantina.
Las conversaciones intervenidas por la Policía colocan a Amorós, sin embargo, en una posición complicada. Uno de los pinchazos captó al empresario Rafael Gregori, a quien se le atribuye el papel de intermediario de la trama Brugal, mientras hablaba con Fenoll en mayo de 2007, en pleno proceso de adjudicación del Plan Zonal de Residuos. En un momento de la charla, Gregori dice lo siguiente en referencia a Amorós: “El tío quería tocar más billetes”. Cuando el dirigente socialista declaró ante el juez, dio su propia versión sobre el significado de esa frase: aquello no se refería a ningún hipotético soborno sino que se enmarca en el contexto de “conversaciones típicas de la Vega Baja”.
Según Amorós, la investigación policial estuvo “sesgada” desde el principio. El dirigente socialista admite que se reunió y habló con Fenoll, pero asegura que lo hizo porque son amigos y porque le preocupaba la situación económica de su empresa, sin que ello implique que aceptase un solo euro. Fenoll no obtuvo finalmente la adjudicación del plan de gestión de basuras en Orihuela y su comarca. El ganador del concurso fue Enrique Ortiz, que hace doblete como imputado en el caso Brugal y en la rama valenciana del caso ‘Gürtel’, donde todavía no ha declarado ante el juez instructor.
Adelaida Durante