Los 20 minutos de retraso con los que Alfredo Pérez Rubalcaba ha llegado a la sala de prensa de Ferraz y el enfado de los periodistas por su tardanza no han hecho mella en el mensaje que el líder de los socialistas quería mandar: La sanidad es la «joya de la corona» por eso es «deplorable» escuchar al ministro de Economía, Luis de Guindos, «decir una cosa» y, horas después, a Carlos Floriano, vicesecretario de Organización, «la contraria».
Para el líder socialista, «hay que ser serios» cuando se habla de sanidad y vuelve a rechazar de pleno el copago por considerarlo «injusto e ineficaz»
El PSOE sostiene que el Sistema Nacional de Salud funciona «muy bien», aunque es consciente de que necesita «ajustes». Las reformas que defiende pueden verse en su programa electoral (subida del alcohol y el tabaco) y, también en medidas como la subasta de medicamentos puesta en marcha por la Junta de Andalucía y que el Gobierno central «ha paralizado». Rubalcaba asegura que es «mentira», -como ha dicho De Guindos-, que no se presentara nadie a la puja y ha pedido explicaciones sobre esa parálisis y denuncia «llamaditas a farmacéuticas».
Dispuesto a hablar
El PSOE está dispuesto a hablar con el Gobierno para «recuperar el consenso». Un consenso que Rubalcaba considera que se ha perdido en tres ámbitos: el social, el institucional y el político.
La reforma laboral que los socialistas consideran que da al traste con los derechos de los trabajadores es el ejemplo más claro de la ruptura del consenso social. La creciente crítica a las Comunidades Autónomas por su desfase del déficit, la prueba de que el institucional también está hecho añicos y la Ley de Estabilidad presupuestaria (que reduce del 0,4% al 0% el nivel de endeudamiento pactado en la reforma constitucional del pasado mes de agosto) el reflejo, -a juicio del PSOE-, de que Mariano Rajoy ha terminado con el consenso político. Esta ley se lleva en comisión este martes y ya ha avisado Rubalcaba que si va «como va», el PSOE no votará a favor.
Por eso, los socialistas se ofrecen a «echar una mano» y piden al Gobierno que haga «esfuerzos» por recuperar esos acuerdos. Desde Ferraz ven que Rajoy está gobernando «como cuando estaba en la oposición»: anteponiendo los intereses partidistas a los del país.
Del mismo modo que ha señalado que les gustaría que Moncloa «diera una vuelta» a la amnistía fiscal. A Rubalcaba, indultar a los defraudadores para hacer aflorar el dinero negro le parece un «engaño» y critica el total rechazo que causaron en las flias del PP (entonces en la oposición) los «rumores» acerca de una posible amnistía fiscal de Zapatero. Algo que el secretario general de los socialistas ha desmentido porque «el Gobierno nunca lo tuvo en la cabeza».
Cristina Rodríguez