La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará este martes al miembro de la banda terrorista ETA Jon Kepa Preciado por colaborar el 1 de julio de 2003 en la colocación de un coche-bomba frente a la sede de la compañía Iberdrola en Bilbao.
La Fiscalía acusa a Preciado de la comisión de un delito de robo de vehículo a motor con finalidades terroristas y otro de falsificación de matrículas, por los que pide seis años de prisión y 15 de inhabilitación absoluta. Asegura que sustrajo el automóvil utilizado en la acción junto a Eneko Aguirresarobe y Gorka Martínez en el aparcamiento de la playa de la Laga de la localidad de Ibarrangelua (Vizcaya).
En el traslado del coche hasta la lonja-garaje donde almacenaban armas y explosivos, el acusado procedió a sustituir las placas de matrícula, según recoge el escrito de acusación, que agrega que Preciado también participó en la fabricación del artefacto, dotado con un sistema trampa preparado para estallar en el momento en que los artificieros lo manipularan.
El sistema de activación trampa, dotado de una ampolla de mercurio preparada para hacer explotar la bomba en el momento en que fuera retirada por los agentes de explosivos, iba acompañado con un cartel con el texto ‘Comeros esta, cabrones’.
El explosivo portaba la inscripción ‘ETA’ y ‘Patxi, Ekain, Zigor y Urko’, en referencia a los cuatro miembros de ETA fallecidos cuando portaban un explosivo en el barrio bilbaíno de Bolueta en agosto de 2000.
Los tres etarras dieron aviso de la colocación del coche a través de una llamada al diario ‘Gara’. Efectivos policiales de la Ertzaintza lograron desactivar el artefacto, que no llegó a hacer explosión.