Según un estudio realizado por tres asesores de la Presidencia del Gobierno, en España hay 650 diputados y senadores, 1.206 diputados autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 8.112 alcaldes y 65.896 concejales. Todos suman 76.895.
Los diputados y senadores cobran un sueldo base de 2.813,37 euros al mes a lo que hay que añadir extras en función de los cargos en las mesas y comisiones, dietas, transportes y disponen de una tableta, un Iphone y una línea de ADSL en casa.
El sueldo de los diputados autonómicos depende de cada comunidad. No hay un orden lógico a la hora de establecer el salario. Cada región tiene autonomía para fijar las ganancias de sus parlamentarios. Así, por ejemplo, nos encontramos con que los diputados de la Asamblea de Madrid cobran, tienen un salario base de 3.503, 46 euros, del que el 20% está exento de tributación del IRPF y al que hay que sumarle los extras. Mientras que en otras, como Castilla-La Mancha, los diputados de las Cortes Regionales perciben un sueldo neto que ronda los 2.700 euros sin contar con los pluses de presidencia de comisiones, direcciones, etc.
Lo mismo ocurre en el caso de las Diputaciones provinciales y en el de los Ayuntamientos. Aunque hay que dejar claro que son muchos los políticos, sobre todo, concejales, que no cobran un sueldo público o sólo perciben una cantidad por asistir a los plenos.
¿Se puede reducir el número de políticos?
Es la pregunta que muchos ciudadanos de a pie se hacen cuando se conocen sueldos como ésos. Dentro de la propia maquinaria política hay quien propone alternativas. Es el caso del alcalde de Getafe y diputado en la Asamblea de Madrid, Juan Soler-Espiauba. En declaraciones a la agencia Servimedia, el ‘popular’ planteaba reducir el número de parlamentarios regionales, -en la actualidad hay 128-, y que sólo algunos cobren un sueldo fijo.
«Lo que planteo y dejo sobre la mesa es si es necesario que tengamos 128 diputados con sueldos en la Asamblea, lo mismo con 30 sería suficiente», señala Soler Espiauba. El diputado también expone que no todos los casi 130 parlamentarios cobren el sueldo base de 3.503,46 euros, sino que se haga en función de la actividad parlamentaria que desarrollen. «Podía ser lógico que todos tuviesen dietas, excepto la dirección de cada grupo parlamentario y los miembros de la Mesa.»
«Eso lo habrá dicho en la tele, porque en la Asamblea, no lo vota», apunta Ramón Marcos, portavoz adjunto de UPyD en la Asamblea. Y es que, este grupo propone que el número de diputados regionales se reduzca en 59 y se pase de 128 a 70 parlamentarios. De la misma manera que están a favor de la fusión de municipios y que los 8.000 actuales se conviertan en unos 2.000. Con esta reducción los más de 65.000 concejales se quedarían en unos 22.000. «Sobramos muchos políticos y hacen falta más profesionales», asegura Marcos. El portavoz adjunto de UPyD en Madrid apuesta por que haya «menos enchufe» entre la clase política.
Criminalizar a la clase política
«La democracia es muy cara», dice con ironía, Enrique Cascallana, secretario de comunicación del PSM y diputado en la Asamblea. Asegura que, si hay que reducir el número de parlamentarios, que se haga, pero es «una fuga hacia adelante para atacar a la clase política, que es un logro de la democracia». Para el socialista, se está intentando «culpar» de la crisis a los políticos en vez de buscar soluciones como la reforma fiscal, la financiera. «Que se acabe con los regalos fiscales a los que más tienen», señala. Cascallana se queja de que se intenta transmitir al ciudadano la «inutilidad de la clase política» en vez de que paguen por ellos quienes nos han llevado a esta situación «como Rato».
Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, defiende que, de los más de 65.000 concejales que hay, «la inmensa mayoría» no son políticos liberados ni cobran un sueldo público. Lara asegura que se está haciendo un «ataque desmedido» a la política por parte de quienes están en contra de lo público, los «neoliberales». Por eso, «se manipulan cifras y datos» y se vende que los políticos son «el problema de este país».
Los políticos «sinvergüenzas» sí son el problema de España, pero los «honrados» son «la mayoría». Así, el líder de IU pide que se juzguen «de manera inmediata» a aquéllos «que metan la mano donde no toca». Sobre si la clase política ha de rebajarse el sueldo, asegura que su grupo defiende que el máximo sueldo público en el país sea el del presidente del Gobierno. Aboga por «poner un nivel» a las retribuciones de los pueblos y comunidades que esté «regulado por la legislación» y que estén «topados» para que se pueda vivir «con dignidad».
La respuesta a la pregunta de si se puede reducir el número de políticos es distinta dependiendo de quién sea el entrevistado. Todos los políticos no cobran lo mismo y no son los culpables de la crisis o sobran cargos públicos y hay que recortar. Mientras proponen debates, los registran en el órgano competente, los celebran, aprueban y rechazan las propuestas, el tiempo pasa. Los dos principales partidos sólo se ponen de acuerdo en no reducir el sueldo del Rey. Con este panorama, es fácil entender por qué en los últimos CIS la clase política es la tercera preocupación de los españoles.
Cristina Rodríguez