“Con carácter previo a cualquier otra consideración estamos en un momento extremadamente delicado, no sólo para el CGPJ sino para toda la carrera judicial y para el Estado de derecho en su conjunto, y nos encontramos ante esta situación porque uno de los miembros de este órgano constitucional, el día 8 de mayo, despreciando las normas de actuación establecidas y la lealtad mínima exigible a quienes integran un órgano colegiado, presentó una denuncia en la FGE contra su Presidente, por un delito de malversación de caudales públicos, y ello a sabiendas en su condición de jurista de reconocido prestigio, catedrático de derecho penal, que no concurrían en los hechos denunciados ni los elementos objetivos ni los subjetivos del tipo penal. Que no estamos ante un problema probatorio -como extensamente explica en sus entrevistas posteriores- sino ante la ausencia de tipicidad.
Esta persona, no sólo no se ha limitado a lanzar la más grave acusación que puede dirigirse contra el representante del Poder Judicial en España, sino que se ha dedicado a visitar medios de comunicación dando su explicación de los hechos, que es, interpretada por aquéllos, la que ha llegado a la sociedad. De todos los caminos posibles elige la denuncia ante la Fiscalía para, acto seguido, cuando no ve acogidas sus pretensiones, arremete también contra esta Institución -a la que él consciente y voluntariamente ha metido en «esta guerra»- denostando la resolución adoptada ante la opinión pública., con afirmaciones tales como que la resolución no se la cree nadie, ni el propio Fiscal, que éste ha perdido la oportunidad de demostrar que todos somos iguales ante la ley, etc… De este modo se lleva por delante la segunda institución del Estado, por cierto también incardinada en el poder judicial, por el mismo precio.
Y de camino, no ha tenido inconveniente alguno en atacar públicamente al resto del órgano afirmando que aquí «no hay forma de traspasar esta malla de corruptelas», que todos en el CGPJ creemos que es inverosímil que realizara tantos viajes de trabajo, que todos (refiriéndose a los Vocales) sabemos que no ha ido a trabajar, haciendo ver a la ciudadanía y a la carrera que todos hemos actuado como «cooperadores necesarios» o al menos como encubridores del delito denunciado.
Porque este Vocal debe seguir pensando que los hechos son delictivos cuando afirma tajantemente que «espera que un Juez de Instrucción empiece la investigación de su denuncia». Y cuando se le pregunta si va a formular él esa denuncia dice nada menos que CREE QUE ESTÁ FUERA DE SUS FUNCIONES. ¿Y si lo estaba denunciar a la Fiscalía?
Y en todo este tiempo él mismo afirma que no ha hablado con el Presidente. Pero eso sí, hoy viene aquí a pedirle explicaciones. Parece que es un poco tarde para hacer lo que tenía que haber hecho antes de acudir a la Fiscalía y, sobre todo, de hacer el recorrido que ha hecho por todos los medios de comunicación.
No vale la explicación de que intentó denunciarlo y su propuesta no prosperó, porque sabe perfectamente que impidió a los miembros de este Pleno pronunciarse sobre cada uno de los ocho puntos de su famosa propuesta, como expresamente le pedimos. Eso sí, ya se lo ha dicho claramente a la prensa (textual) «espero que ahora se apruebe». Es decir, que cuando sus propuestas no prosperan va a la Fiscalía y a la prensa para conseguir su propósito. El tono de la declaración en la cadena ser merece la pena escucharlo porque es exactamente el mismo que utiliza para decir «al Presidente se le han acabado los viajes».
Todos sabemos que los vocales del Consejo General del Poder conforme dispone el artículo 119 de la LOPJ no podrán ser removidos de sus cargos sino por agotamiento de su mandato, renuncia, incapacidad, incompatibilidades o incumplimiento grave de los deberes del cargo.
Por eso APELAMOS a esa honestidad de la que tanto ha hablado en los últimos días y le PEDIMOS que renuncie a su cargo en este órgano en el que, según sus palabras, no confía y al que ninguna lealtad profesa.
Por esa razón, ANTE LA CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO y confusión intencionadamente creada, algunos vocales entendemos el Presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, para lo bueno y para lo malo lo es todos los días del año y REITERAMOS LA CONFIANZA OTORGADA EN EL NOMBRAMIENTO”.