El Ministerio de Defensa colabora con el de Fomento para preparar a los controladores militares para sustituir a los civiles en los aeropuertos si fuera necesario, aunque confía en que no vuelva a repetirse una situación como la que se produjo en España en diciembre de 2010.
Así lo ha explicado el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general José Jiménez Ruiz, en la base aérea de Gando (Gran Canaria), durante los actos de celebración del 25 aniversario del Grupo de Alerta y Control de Canarias, la unidad militar encargada de garantizar la seguridad aérea en el archipiélago.
Jiménez Ruiz ha apuntado que los controladores aéreos militares -unos 800, en la actualidad- tienen una cualificación profesional «tan alta como la puede tener cualquier controlador civil».
Sin embargo, para diferenciar el trabajo de unos y otros puso como ejemplo el de un controlador aéreo de Chicago, uno de los aeropuertos de mayor tráfico del mundo, que habla muy bien el inglés, y se le trae a una torre española, sea civil o militar.
«Pues no podría actuar como controlador aéreo al día siguiente porque tendría que hacer previamente un curso con los equipos que va a utilizar y del puesto que va a realizar», ha subrayado.
El general ha agregado que ocurre lo mismo con un controlador civil español, al que no se le puede llevar a una base del Ejército para que sobre la marcha funcione, ni con un controlador aéreo militar a una torre civil para que trabaje al día siguiente.
«Eso lleva aparejada una cualificación determinada a un puesto de trabajo, pero su cualificación profesional es la misma», ha señalado.
Jiménez Ruiz ha asegurado que el controlador aéreo militar podría trabajar en una torre civil siempre que realice un curso de adaptación a la tarea que se le asignaría, ya que «el 80 por ciento tiene cualificación, la licencia comunitaria, un nivel de inglés adecuado y preparación», aunque ha insistido en que tendría que hacer «el curso de adaptación» al puesto de trabajo.
«Esperamos por el bien de todos que no haya nunca más se produzca lo vivido a finales de 2010, pero quiero decir que durante los 43 días en los que tuvimos aquella situación (con los controladores civiles bajo supervisión militar), reconozco el magnífico comportamiento del personal civil de las torres y centro de control con el personal militar, en educación, trato, respeto y en comprender cuál era nuestra misión», ha indicado.
El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire se ha mostrado confiado de que no volverá a repetirse aquella situación. «Seguro en esta vida hay muy pocas cosas, pero al 99,99 por ciento estoy convencido de que no se va a repetir», ha comentado.
Por otro lado, el general ha descartado que la crisis y los ajustes provoquen recortes sobre temas que afecten a la seguridad nacional, que ha calificado de «fundamental».
En ese sentido, ha reconocido que hay cosas en las que se puede recortar, pero nunca en seguridad: «Es como en una casa en la que entra un sueldo, lo último que se quita es en comida, ya que podría tener buenos trajes, pero si no come, se moriría. En esto es igual, en la seguridad de la soberanía nacional no puede haber recortes»