El PP confía en poder sumar los votos de los socialistas en la convalidación del decreto ley de reestructuración del sector financiero que tendrá lugar este jueves en el Pleno del Congreso, para no aprobar en solitario una norma fundamental contra la que ya han dicho que votarán la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV y UPyD, y ayudar a generar credibilidad y tranquilidad en los convulsos mercados financieros.
Tras una primera reunión entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y los responsables socialistas de Economía, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Valeriano Gómez, –celebrada antes de la aprobación de este decreto– el PSOE se quejó de la falta de documentación suministrada por el Ejecutivo y anunció que enviaría una propuesta con los ejes principales que a su entender debería tener la reforma.
Desde entonces no ha vuelto a haber ninguna reunión ni conversación entre De Guindos y Gómez, según ha reconocido el propio diputado socialista, que este miércoles por la tarde ha explicado a los medios de comunicación que el Grupo «sigue estudiando su posición».
«Todavía no hemos tomado una decisión definitiva. Nuestra posición, como siempre de responsabilidad, es crítica en este momento con respecto al contenido, y durante el día de hoy ultimaremos los contactos si los hubiere con el PP y el Gobierno, y tomaremos una decisión definitiva», ha zanjado.
Además, la crisis de Bankia ha provocado las críticas de los socialistas, cuyo secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha expresado públicamente su rechazo a cualquier nueva inyección de fondos públicos en bancos y cajas hasta conocer exactamente qué ha ocurrido con la entidad presidida hasta hace un par de semanas por Rodrigo Rato.
Rechazos
Así las cosas, el PP aún confía en obtener el respaldo socialista, si bien podría intentar allanar el camino concediendo la petición de varios grupos parlamentarios, entre ellos el propio PSOE, de que la reforma se tramite como proyecto de ley para poder introducir cambios al texto en vigor y que rechaza dar «cheques en blanco» al Gobierno.
De momento, lo que sí está garantizado es el voto en contra tanto de la Izquierda Plural, que exige la creación de una comisión parlamentaria de investigación donde depurar responsabilidades en la crisis financiera; como del PNV y UPyD.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, también ha avanzado la abstención de su grupo, que prefiere mantener «un punto de posición crítica» a la vista de que el PP tiene asegurada la convalidación con su mayoría absoluta.
Cuarta reforma financiera
El decreto ley, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 11, constituye la cuarta reforma del sector financiero desde 2010. En este caso, el Gobierno incrementa las exigencias a las entidades bancarias de nuevas provisiones para cubrir también sus activos sanos, incrementando en 28.000 millones de euros los recursos necesarios para cumplir con las nuevas exigencias normativas.
Además, los bancos deberán presentar al Ministerio de Economía sus planes para cumplir estos requerimientos antes del 11 de junio, y además deberán crear instituciones independientes para gestionar sus activos inmobiliarios. El decreto prevé asimismo la intervención del FROB para capitalizar las entidades que no puedan afrontar este saneamiento.