El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido este miércoles que en este momento es «fundamental y prioritario» apoyar al sector bancario, como el resto de socios europeos ya hicieron en 2009, y ha «celebrado» que la Unión Europeo haya ayudado a España con la concesión de un «crédito» de 100.000 millones de euros para este fin.
Así se ha pronunciado durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso, donde ha recordado que «todos los países de la UE han apoyado a sus bancos», y ha precisado que sólo en 2009 los estados miembro gastaron en inyecciones de capital a las entidades financieras 1,5 billones de euros.
«Y en España, esa operación la estamos haciendo ahora. Es fundamental y prioritario», ha afirmado, insistiendo en que se trata de un «crédito a la banca que va a pagar la propia banca». «Y debemos celebrar que nuestros socios europeos nos hayan ayudado», ha zanjado
Medidas
A renglón seguido, el presidente ha subrayado que las causas de la crisis estriban en la «enorme deuda externa» de administraciones, familias, empresas y entidades financieras, que en total supera los 982.000 millones de euros; en que «las administraciones han gastado mucho más de lo ingresado», de los «problemas de falta de competitividad y flexibilidad de la economía» y de los «problemas muy importantes» que atraviesa la Zona Euro.
«Estamos trabajando en las cuatro direcciones para crecer y crear empleo», ha afirmado en ese punto, subrayando las decisiones «duras y difíciles» que está tomando el Ejecutivo en materias como las reformas estructurales o el desendeudamiento de la economía. «Y trabajamos en la Zona Euro para que vuelva la liquidez y planteando un proyecto de integración europea fiscal y bancaria. Apostamos por más Europa porque es la solución a buena parte del problema», ha zanjado.
Frente a estos argumentos, el diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Joan Coscubiela ha señalado que aunque «la situación es compleja y, sin duda, las soluciones no son fáciles» la respuesta no pasa por «negar la realidad, mentir a la ciudadanía y aprovechar la crisis para debilitar el estado social y recortar derechos», algo en lo que el actual Ejecutivo ha «batido todos los récords» a su entender.
Además, ha reclamado a Rajoy que «deje de engañar a la ciudadanía» con afirmaciones como que «el rescate a los bancos no tendrá contrapartidas», y ha pedido explicaciones sobre los recortes anunciados para el año próximo y la posibilidad de subir el IVA, retrasar la edad de jubilación o reducir las prestaciones por desempleo. «Los trabajadores quieren saber si se va a plegar a las exigencias (de la UE)», ha reclamado el diputado de ICV.
Salgan de la concha en que se han encerrado para protegerse de la realidad, dialoguen con la sociedad y busquen alternativas. Aunque para eso tendrán que enfrentarse a los poderosos, y eso es pedirle demasiado, porque sería pedirles que no fueran el PP, el partido de los poderosos», ha concluido.
Diseño del calendario
Rajoy, propone diseñar ya un «plan, un calendario y unas condiciones» para conseguir la unión fiscal y bancaria europea, algo que, a su juicio, «se impone ya como inaplazable» en el proceso de construcción europea.
Así se recoge en la extensa carta, de cinco páginas, que el jefe del Ejecutivo ha enviado al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en defensa de la integración fiscal y bancaria europea, una batalla que dará en la reunión del Consejo Europeo de finales de mes y que previamente presentará en la cumbre de crecimiento que se celebra el día 22 en Roma.
En la citada carta, Rajoy afirma que «el riesgo de ruptura del euro, percibido cada vez mayor, provoca una creciente dificultad de refinanciación de la fuerte deuda acumulada en el pasado». Según añade, el futuro incierto de la unión monetaria «agrava la situación financiera impidiendo que los ajustes tengan el efecto positivo que deberían tener».
«Todo ello se ha traducido en una fragmentación del mercado financiero comunitario y en consecuencia, en una huida de la liquidez existente desde los países de la periferia al centro. Esta situación es insostenible, impredecible y podría llevar al euro al límite», advierte el presidente del Gobierno.