El proceso de duelo tras una ruptura sentimental, incluyendo las fases de negación, rabia o dolor, puede durar hasta dos años, afirma la psicoanalista Mariela Michelena, quien considera que, a partir de entonces, el afectado tiene que pensar en buscar ayuda psicológica.
El camino comienza, explica esta experta, en el momento en que se «toma la decisión de separarse», después, el individuo tiene que enfrentarse a varias fases que «más o menos siempre llevan el mismo orden» y que van desde la negación hasta la superación de la ruptura.
La fase de negación se asemeja a la que vive una persona que ha perdido a un ser querido. Por ejemplo, es cuando «alguien se muere y se le llama aunque ya no esté», señala Michelena, quien explica que es algo «necesario» hasta que «se cae en la cuenta de que (esa persona) ya no está». No obstante, aclara que este hecho «no ocurre de un día para otro» y que existen diferencias, dependiendo de si la persona abandona el hogar o no.
Tras la negación, viene un periodo de rabia y resentimiento en el que la persona afectada quiere «venganza» y, más en los casos, en los que hubo una infidelidad de por medio. En estos supuestos, señala la picoanalista, la persona se «obsesiona» con el tercero y el duelo se «retrasa». En sus palabras, para los afectados por la ruptura «la mala es la otra», lo que «es mejor que echarse la culpa a uno mismo».
En general, el individuo sufre por «haber apostado por algo» que no salió adelante, por «el miedo a la soledad», por no saber cómo resolver «la incertidumbre» de su futuro o si va a conocer a otra persona. La psicoanalista cree que el llanto o dolor forma parte del duelo y, por ello, en su opinión, «esas largas horas de sofá y manta son importantes», pues hay que pasarlas para superar la ruptura.
Michelena advierte de que, si bien hay que pasar todas las fases, existen personas «que se instalan y que se quedan atascadas» en alguna de ellas con «pensamientos repetitivos», como los de volverle a llamar, que dificultan su recuperación.
La rabia desgasta
En sus palabras, existen personas que «se instalan a vivir en la rabia o en la venganza», algo que no es aconsejable, ya que «desgasta mucho más que el amor» y «quita muchísimas energías». A juicio de esta experta, lo más «importante» es salir de la rabia, pues tal y como dijo Borges: «la mejor venganza es el olvido».
No obstante, si durante los dos años que suele durar, más o menos, el duelo la persona «interrumpe su vida» debe consultar a un psiconalista o psicólogo que le ayudará a superar este problema. En su opinión, este puede ser el caso de personas muy dependientes que se quedan «perplejas» ante la separación.
En este sentido, Michelena reconoce que las mujeres tardan más que los hombres en olvidar a la otra persona, pues para «las mujeres el amor es algo central» y para ellos priman otras cuestiones, como el trabajo. Además, los hombres suelen tardar menos en conocer a otra persona con la que compartir su vida.
Con todo, la psiconalista cree que, en algunas ocasiones, las rupturas son positivas, pues la persona «recupera la autonomía, dignidad, libertad y la capacidad de decisión».
Michelena ha presentado recientemente su libro ‘Me cuesta tanto olvidarte’ de la editorial La Esfera de los Libros que repasa las fases de los procesos de duelo tras una ruptura sentimental y que permite al lector conocer las dificultades que existen, al igual que «un mapa» refleja «la geografía» de un lugar. De esta manera, la autora no quiere que su obra sea calificada como un libro de autoayuda, puesto que no aporta consejos para superar esta situación.
Estrella Digital/EP