El Sindicato Unificado de Policías plantea la pregunta: “¿Interviene la Iglesia en el fin de ETA?” Y contesta con un rotundo: “Sí”.
Para el SUP hay pruebas más que suficientes para creer en esta teoría, pruebas que se alargan en el tiempo desde el Gobierno de Felipe González, durante el papado de Juan Pablo II hasta el actual con Benedicto XVI.
Existe una Comisión Pontificia de Justicia y Paz en el Vaticano encargada de mediar en todo tipo de conflictos (armados, terroristas, ect). Según publica el SUP en su boletín de este mes, esta Comisión ha actuado de mediadora y “garante” del cumplimiento de acuerdos entre emisarios del Gobierno español y ETA durante muchos años.
El ministro de Defensa durante la década de los 80, Narcis Serra, mantuvo contactos con miembros del vaticano en busca de vías de comunicación con ETA y su entorno. Vía que se mantuvo abierta hasta 1991. Cuando Aznar gana las elecciones en 1996, Ricardo Martí Fluxá, hasta el momento jefe de protocolo en la Casa Real, se incorpora como secretario de Estado de Seguridad. Fue Martí Fluxá quien, en una rueda habló de la actuación vaticana para contribuir al fin de ETA.
“Una de las personas encargadas por el Vaticano para mantener contactos con las partes en busca de un acuerdo que consiguiera acabar con la actividad terrorista bajo el principio enunciado de ni vencedores ni vencidos era el obispo de Zamora, Juan María Uriarte, quien dejó de intervenir molesto por las filtraciones que se produjeron a algunos medios de comunicación y que el obispo achacaba a Mayor Oreja, que realizaba habituales viajes a la diócesis zamorana, viajes que también realizaba el secretario de Estado, Martí Fluxá. Incluso Rajoy, tiempo antes, también acudía asiduamente a Zamora”, señala la información del SUP.
Roger Etchegaray es cardenal desde junio de 1979. Él recibe todos los documentos del ejecutivo español y el mundo abertzale. Entre los informes que veía, estaban los que llevaba Víctor García Hidalgo quien en 2004 fue director General de la Policía y “correo” entre el PSOE y ETA a través de la línea de comunicación que acababa en el cardenal Etchegaray.
El Vaticano sigue teniendo mucha influencia ahora a través del ministro de Interior Jorge Fernández Díaz. Según cuenta el SUP, en la última visita del Papa a Santiago (durante el gobierno de Zapatero) un Cardenal comentó a un mando policial que en el próximo gobierno de Rajoy el ministro del Interior sería alguien muy religioso, que aceptara la jefatura del Papa para determinadas cuestiones, y llegó a dar el nombre de Juan Cotino. Finalmente, Rajoy acabó nombrando a Fernández Díaz, hombre muy religioso y que seguiría el dictamen de Roma.
“En fechas recientes se ha producido una filtración de documentos en el Vaticano y entre ellos se citan algunos documentos cursados sobre ETA, concretamente, denegando una reunión en sede de la iglesia en España con abertzales”, concluye la información del SUP.