José Manuel Pinto, funcionario de la Comunidad de Madrid e imputado en el caso del espionaje político, se convierte ahora en una pieza clave para esclarecer el entramado. Pinto ha pedido al juez declarar para aportar información que podrían aclarar la causa, según informa El País.
Según un informe pericial solicitado por el juez, la letra manuscrita de Pinto aparece en los partes mecanografiados del espionaje, curiosamente de su puño y letra apareció escrito el nombre de Carmen Rodríguez Flores, actual concejala del ayuntamiento de Madrid y una de las supuestamente espiadas por el Gobierno de Aguirre junto a Álvaro Lapuerta, Manuel Cobo, Alfredo Prada y Alberto Ruiz-Gallardón.
Aunque José Manuel Pinto es uno de los cinco imputados junto a Sergio Gamón y tres ex guardias civiles, el rastreo de sus llamadas le sitúan en su sitio de trabajo y no en los lugares que frecuentaban Manuel Cobo y Alfredo Prada. Ahora, este funcionario que llegó al departamento de Seguridad de la Comunidad de Madrid antes que el PP revelará «grandes sorpresas» si la juez le cita a declarar, según cuenta su abogado.
El pasado 25 de mayo, la Audiencia Provincial de Madrid ordenó a la juez de Instrucción número 5 de Madrid, Carmen Valcarce, reabrir otra vez el caso sobre presunto espionaje a altos cargos de la Comunidad de Madrid al estimar el recurso de los socialistas madrileños contra la decisión de la magistrada de dar carpetazo a la causa penal el pasado mes de febrero.
La juez aún no ha llamado a nadie a prestar declaración a la espera de que se resuelva el recurso interpuesto por el PP contra la apertura del caso.
Pinto además ha denunciado a la Comunidad de Madrid ante un Juzgado Social por su derecho a trabajar. El funcionario estuvo un año y medio de baja tras saltar el escándalo del espionaje y cuando quiso regresar, la Comunidad se lo impidió durante al menos otro año y medio, aunque le siguió pagando mensualmente por no hacer nada.