Los medicamentos que el Sistema Nacional de Salud (SNS) dejará de financiar serán 425, una medida que previsiblemente entrará en vigor a partir de agosto y que permitirá ahorrar 458 millones, según ha anunciado esta tarde la ministra de Sanidad, Ana Mato tras el Consejo Interterritorial de Salud.
La ministra Mato y las comunidades han acordado dejar de financiar un total de 425 fármacos para síntomas menores, por lo que a partir de agosto los ciudadanos deberán abonar de forma íntegra el importe de estas medicinas. La medida incluirá excepciones para enfermos crónicos y «en aquellos casos en que lo decidan los médicos», según ha asegurado Mato.
Aunque la cifra actual es de 425, el número puede variar ya que se revisará periódicamente, según ha explicado Mato, quién aclara que Sanidad controlará que no haya subidas excesivas de precio por la exclusión de esos fármacos de la financiación.
La decisión, según Mato, no se debe a que se trate de medicamentos para síntomas menores ni de un coste más bajo «sino a que ofrecen un menor efecto terapéutico», con el objetivo también de «poder apostar por fármacos más innovadores».
La consejera andaluza, María Jesús Montero, el del País Vasco, Rafael Bengoa, y el catalán, Boi Ruiz, ha sido una de las voces más críticas en contra de la decisión del Ministerio de Sanidad de dejar de financiar 425 fármacos.
El conseller catalán de Salud, Boi Ruiz, ha lamentado que el Ministerio de Sanidad no haya entregado ni explicitado la lista de medicamentos que quedarán excluidos de la financiación pública, por lo que tendrá que deducirlos, pero ha considerado «positivo» que se revise el Nomenclátor.
La consejera andaluza ha relatado que su Comunidad y el País Vasco han pedido a Sanidad «tiempo» para que las autonomías analicen, con expertos, si dejar de financiar determinados medicamentos puede tener «un efecto perjudicial para la salud» y si esto va a suponer un ahorro o todo lo contrario.
En el lado contrario, el conseller valenciano, Luis Rosado, ha destacado antes de entrar al Consejo que los ciudadanos pueden estar «tranquilos» ya que con la puesta en marcha del nuevo sistema no habrá problemas ni riesgo para la salud, sino que se trata de una «modernización del Vademécum».
Rosado ha justificado esta medida al explicar que hacía más de diez años que el Vademécum no se revisaba y hacía «falta», para poder retirar aquellos medicamentos obsoletos y no son eficaces y además, con ello, se pudiera generar un ahorro.
Montero ha insistido en que Andalucía está «abierta a hacer revisión de los fármacos incluidos en la cartera de servicios» pero bajo criterios de utilidad terapéutica y coste-eficacia. En este sentido, ha advertido de que si se excluyen «grupos terapéuticos completos» se pone en peligro el coste total del tratamiento de una enfermedad.