El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, informará a sus colegas europeos este lunes en Bruselas de las consecuencias y daños en la agricultura que han dejado los graves incendios en Cortes de Pallás y Andilla, ambos en la provincia de Valencia, y anunciará su intención de solicitar la ayuda del Fondo de Solidaridad de la UE para catástrofes, según un documento al que ha tenido acceso Europa Press.
La delegación española expondrá a sus socios europeos que los dos incendios simultáneos han devastado «una superficie total que se estima en 52.500 hectáreas» que ha afectado a 22 municipios y ha dejado «daños materiales considerados ‘de emergencia’ que podrían llegar a alcanzar los 90 millones de euros», según las primeras estimaciones mencionadas en el documento.
El texto también recuerda que el saldo final de los incendios incluye una persona fallecida, tres heridos y «cuantiosos daños materiales y ambientales sobre los pueblos, las infraestructuras, cultivos agrícolas y las masas forestales» de la región, «ya muy dañadas en general por los efectos de la crisis económica».
Estabilidad económica de la región
España reconoce en su exposición que las circunstancias de lo ocurrido no alcanzan «el umbral para ser considerado catástrofe grave», pero considera que «se trata de una catástrofe extraordinaria regional que afecta las condiciones de vida de la región Valenciana con repercusiones muy graves sobre la zona», como la degradación de sus ecosistemas forestales, la despoblación de las zonas rurales y el abandono de las explotaciones agrícolas. Ello pondría «en peligro la estabilidad económica de la región», advierte el documento.
Así las cosas, el Gobierno anuncia su intención de recurrir al Fondo de Solidaridad europeo, «considerando la situación de crisis económica actual y las dificultades económicas, sociales y ambientales a las que se enfrenta la región para el restablecimiento de la normalidad». Este fondo, pensado para sufragar parte de las medidas de emergencia puestas en marcha por los países ante catástrofes, sería el único mecanismo al que podría recurrir a España en este marco, explican fuentes europeas, aunque los requisitos son muy estrictos y lentos.
Se considera catástrofe grave un suceso cuyos daños se estimen en torno a los 3.000 millones de euros o una cantidad superior al 0,6% de la renta nacional bruta, lo que en el caso de España, supone algo más de 3.500 millones de euros. En circunstancias y condiciones excepcionales, puede también beneficiarse una región y el cálculo sería menor.
Otros incendios en España
Además de los fuegos en Valencia, España ha sufrido otros importantes incendios este año, en Cataluña y Aragón, que también han tenido un impacto en la agricultura y la ganadería de la región y que podrían completar la información de la discusión prevista el lunes, han explicado las fuentes.
Sin embargo, las posibilidades de actuación de la Unión Europea en lo que se refiere al daño agrícola y ganadero son «limitadas» porque los instrumentos previstos en esta área «no dan mucho margen», según fuentes conocedoras de la situación, más allá de permitir «flexibilidad» en la distribución de determinados fondos para desarrollo rural.