El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha ensalzado la figura de Gregorio Peces-Barba, fallecido este martes en Oviedo a los 74 años de edad, y ha ofrecido las dependencias de la Cámara Baja para acoger la capilla ardiente de este ‘padre’ de la Constitución. Tras la reunión de la Junta de Portavoces, Posada, que se acababa de enterar de este fallecimiento que «no esperaba», ha mostrado su pesar por una pérdida «tan importante» para todos los ciudadanos y, de forma especial, para los diputados.
«El Congreso es la casa de Peces-Barba», ha asegurado el presidente de la Cámara antes de ofrecer sus instalaciones para acoger los actos fúnebres, aunque ha puntualizado que aún no ha tenido oportunidad de hablar con la familia para conocer su deseo. El Congreso ya acogió la capilla ardiente del padre de la Constitución Gabriel Cisneros, aunque no lo hizo en el caso de Manuel Fraga ni de Jordi Sole Tura, por expreso deseo de sus familias, que decidieron celebrar los actos en la intimidad.
Posada ha destacado la relación «excelente» que siempre mantuvo con Peces-Barba, incluso en sus discrepancias, y ha calificado su fallecimiento como «un golpe para todos». Según ha recordado, el que fuera padre de la Constitución fue presidente del Congreso «en unas circunstancias muy especiales» y supo llevar la Cámara «con una mano maestra» y una forma de comportarse «que ha continuado en el futuro».