El Juzgado de Instrucción número cuatro de Madrid ha archivado la causa contra el actor Willy Toledo, detenido por su actuación durante la huelga general del 29M y ha decretado el «sobreseimiento provisional» de las diligencias.
Toledo fue detenido a las 23.00 horas del jueves 29 de marzo y trasladado a las dependencias de la Brigada Provincial de Información situada en la Comisaría de Moratalaz de Madrid donde pasó la noche. El actor acudió a los juzgados a primera hora de la mañana del viernes donde comenzó a prestar declaración en torno a las 13.00 horas.
El motivo de su arresto fue la denuncia interpuesta por el dueño de un establecimiento que llamó a la Policía después de que un piquete le exigiese que cerrase el bar con motivo de la huelga general. Ante su negativa, el piquete comenzó a realizar destrozos. Cuando los agentes policiales se personaron en el lugar, Willy Toledo ya se había ido, pero el hostelero le identificó e interpuso la denuncia.
En un Auto al que ha tenido acceso Europa Press, se señala que «aunque subsisten indicios de un posible delito o falta, éstos no son suficientes para establecer un juicio de culpabilidad contra una determinada persona, no existiendo expectativas de obtener nuevos datos inculpatorios ante la ausencia de testigos y la falta de voluntad del dueño del bar de colaborar al no comparecer cuando ha sido citado como perjudicado».
Asimismo, el Auto expone que «no ha sido posible obtener una información detallada de los daños ocasionados y de la valoración de los mismos» y prosigue indicando que «en ningún momento se afirma que el imputado realizara los mismos o estuviera presente en el momento que se hicieron las pintadas o se rompió el mobiliario del bar que tampoco se acredita».
El Auto pone de manifiesto así que «no existen indicios racionales de criminalidad contra el denunciado, ni existen elementos suficientes para sostener razonablemente una acusación penal».
Perplejidad
En un comunicado, la Unión de Actores y Actrices ha mostrado su «perplejidad ante el tratamiento dado a este caso por los medios de comunicación», que según manifiesta no dudaron en «propiciar un linchamiento público y concertado que buscaba criminalizar, no sólo a Guillermo Toledo, sino a todos los trabajadores y trabajadoras que ejercieron su derecho a la huelga el pasado 29 de marzo de 2012, a través de instrumentos legalmente reconocidos como los piquetes informativos».
A este respecto la Unión de Actores y Actrices indica que Toledo ha sido «uno de los casi 100 detenidos el día de la Huelga General» y que, aunque el actor acaba de ver su causa archivada, «en la mayoría de los casos aún no se ha producido dicho archivo, es más, a varios de los detenidos incluso se le ha impuesto prisión provisional». La Unión se solidariza con todos los detenidos y exige «el inmediato sobreseimiento de todas las causas», señalando que luchar por los derechos de los trabajadores «no es un delito».