Los hombres y mujeres que se quedan solos en casa durante las vacaciones «engordan de dos a tres kilos al mes». De esta forma, la Coordinadora del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), María Isabel López Díaz-Ufano, considera que dependiendo del metabolismo basal, de la edad y del sexo, los ‘Rodríguez’ suben medio kilo de peso a la semana.
La experta encuentra la explicación a esta situación en que «llevan una dieta desequilibrada «por dejadez o prisas y porque es más cómodo». A su juicio, siempre «buscan la excusa de que no hay tiempo o de que se llega cansado del trabajo y no hay ganas de ponerse a cocinar».
Ante ello, los conocidos como ‘Rodríguez’ «tiran de platos precocinados o embutidos cuando su pareja y sus hijos se van a la playa o al pueblo. Siguen una alimentación que no es variada y que fomenta el consumo de grasas saturadas», asegura López Díaz-Ufano a Europa Press.
De la misma opinión es el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Basilio Moreno, que indica que este tipo de alimentación «debería estar proscrita». Para él, la dieta siempre debe ser «una mezcla de grasas polisaturadas, monosaturadas y con muy poquita cantidad de saturadas. De lo contrario, puede ser perjudicial», apostilla.
Algunos de los efectos adversos que puede provocar son el sobrepeso y la obesidad, y la hipercolesterolemia; éste último «más silencioso», señala la especialista de SEMERGEN. Según su criterio, este tipo de dietas «está provocando un aumento de enfermedades cardiovasculares».
Además, el doctor Moreno subraya que también existe riesgo de que estas personas padezcan «diabetes, niveles altos de lípidos en sangre y una presión arterial demasiado elevada». No obstante, el máximo representante de SEEDO no se queda ahí, y asegura que también «es perjudicial comer a deshoras, ya que se deben hacer cinco comidas al día».
Uno de estos ‘Rodríguez’ que este verano sufre por tener que alimentarse a sí mismo es Sancho Panza -nombre ficticio con el que ha pedido a Europa Press que se le cite «por temor a represalias» de su mujer-. «Me he quedado sólo en agosto y, aunque sólo llevamos unos días del mes, ya he engordado casi un kilo», afirma con pesar.
Así, Sancho confirma que su dieta está basada en comidas como hamburguesas o pizzas precocinadas. «Es lo más fácil de hacer y lo que no me suelen dejar comer durante el año», indica a modo de excusa al tiempo que reconoce que «no es lo más sano del mundo».
Además, asevera que no le da tiempo a prepararse nada «decente» de comer porque sale tarde de trabajar y «lo que menos apetece es ponerse una hora a cocinar». Para él, hacerse la comida en poco tiempo y poder disfrutar de su tiempo de ocio «es la mejor elección. Ya comeré sano a partir de septiembre», promete.
Cuestionado sobre si teme porque esta alimentación pase factura a su salud Sancho subraya que se guarda un as en la manga. «Cuando me canse de tanta comida basura descongelaré los ‘tupper’ que mi madre me ha mandado con comida casera», asegura.
Por su parte, López Díaz-Ufano achaca esta situación a que la población, a pesar de estar «muy bien informada, no está educada». En su opinión, la gente «se sigue saltando las recomendaciones porque es lo más cómodo».
Estrella Digital/EP