El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha reconocido este viernes que «hay cierta sospecha» de que el incendio que está afectando a seis municipios de la provincia de Málaga haya sido intencionado. De confirmarse este extremo, ha advertido de que sería «un acto criminal, sin palabras para reprocharlo por el enorme daño que hace». Sí ha valorado, no obstante, «la excepcional colaboración» por parte de los distintos dispositivos que trabajan en el control del fuego.
En este punto, Griñán, que se ha desplazado a la zona afectada, atendiendo a los periodistas en el Puesto de Mando Avanzado instalado en el Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga), ha hecho hincapié en que, como consecuencia de este incendio, hay «personas que están padeciendo», entre heridos y desalojados.
Aunque aún no está estabilizado, el jefe del Ejecutivo andaluz ha asegurado que «se ha avanzado muchísimo», confiando en que a lo largo de este viernes «haya noticias de estabilización y, posteriormente, de control». Ha apuntado que la zona norte es la que está presentando más problemas.
Ha explicado que la circunstancia «más difícil» de afrontar a la hora de estabilizar el incendio es la propia orografía de la zona, que es «muy complicada». Según ha comentado, «la climatología en sí misma no es mala, tiene la ventaja de la humedad, pero también el inconveniente de que hay muchas nubes que impiden la visión aérea». «Tiene su pro y su contra», ha apostillado.
Colaboración
Griñán ha insistido en valorar «la excepcional colaboración de todas las instituciones», mencionando a la Administración central, la Junta de Andalucía, la Diputación y los ayuntamientos de los seis municipios afectados, así como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En total, más de 800 efectivos, más medios terrestres y aéreos, que, a su juicio, hacen que haya que tener «plena confianza» en la mejora de la situación en este mismo viernes, sobre todo por la «coordinación» y la «solidaridad» que se están mostrando.
«Hay que dejar trabajar» a los dispositivos trasladados, ha declarado, ya que «lo están haciendo muy bien y hay muchos medios», reiterando que «el Gobierno de España y el andaluz, la Diputación y los seis ayuntamientos afectados hemos trabajado juntos».
Superficie afectada
Preguntado por la superficie calcinada, ha dicho que «el problema no es la extensión»; de hecho, como ha explicado, «hay momentos en los que se va a dejar que siga en aras de que se pueda estabilizar». «Lo primero que hay que hacer es estabilizar para controlar y que avance en algunas hectáreas no tiene mayor importancia, siempre y cuando logremos que no traspase las barreras del cerco que queremos establecer para controlarlo y sobre todo que no avance en dirección a las poblaciones», ha manifestado.
Por tanto, el responsable de la Junta de Andalucía ha incidido en que «en estos momentos no es tan importante la superficie, sino el control de la situación». No ha querido, de hecho, dar una primera estimación de la extensión afectada y únicamente ha afirmado que se trata de «muchas hectáreas».
Griñán ha mostrado su deseo de desplazarse a Ojén, «donde más afectación de personas ha habido», con el desalojo de todo el municipio, así como de que se produzca el restablecimiento de las personas heridas.
Finalmente, ha lanzado un mensaje de «tranquilidad y seguridad» y también ha transmitido «aliento» para «las fuerzas que están trabajando, incluso a riesgo de sus vidas, para sofocar un incendio que lamentablemente ha podido ser intencionado».
El fuego, que comenzó en la tarde de este pasado jueves en Coín, afecta también a Alhaurín el Grande, Mijas, Marbella, Ojén y Monda, con el resultado de unos 5.000 desalojados y cinco personas heridas.