Primero fue en Barcelona, más tarde en Valencia y ahora en Madrid. A pesar de las palabras de Esperanza Aguirre: «La vigilancia del recreo corresponde al profesorado y no a la empresa de catering. Esto significa que nosotros vamos a resolver por el procedimiento de que quien corresponde vigile». Con ello, hacía referencia a que su Ejecutivo trabajaba en una modificación legal para evitar que los niños tengan que pagar por llevar ‘tupper’. Ya que la controversia llegaba con que los niños que no pagan utilizan el servicio de dos horas de recreo vigilado.
Pues el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó el pasado lunes una orden que dicta que «los alumnos de los colegios públicos de la región podrán hacer uso del servicio de comedor llevando la comida elaborada en su casa». Suena bien, pero más abajo dicta que el consejo escolar de cada centro pondrá «las condiciones y características relativas a la organización y utilización del comedor escolar mediante comida aportada por la familia».
Según las agencias de comunicación, esta medida afectará a unos 320.000 alumnos de los 791 colegios públicos que hay en la región.
Los diputados comen más baratos que los niños
Los más de 400 trabajadores de la Asamblea de Madrid, entre ellos los 129 diputados, pagan sólo 3,55 euros por comer en la cafetería de las instalaciones (un menú a elegir entre tres primeros, tres segundos, postre y bebida). El precio del menú en el centro escolar era de 4’62 euros el pasado curso, en el mismo Boletín se ha fijado que este curso subirá a 4’80 euros para los niños que no tengan beca de comedor.
Por lo que los diputados comerán 1’25 euros más barato por un menú, seguramente de mejor calidad, y con un sueldo, con seguridad, más alto.
Aitor Suárez Nevado