El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha avanzado este domingo que su partido defenderá una reforma fiscal en profundidad que pasa por tocar prácticamente todos los impuestos para hacer que paguen más a Hacienda «quienes más tienen, quienes más ganan y quienes más heredan».
En rueda de prensa tras la reunión del Comité Federal, Rubalcaba ha desgranado cómo sería la reforma fiscal que los socialistas proponen como alternativa al rescate y, en definitiva, a «más recortes», porque en palabras del secretario general del PSOE, hay «una forma de ajustar distinta».
La reforma se centra en subir la tributación «a los sectores sociales con más recursos», como las grandes fortunas y las grandes corporaciones empresariales, y en lugar de elevar el IVA al conjunto de los ciudadanos y el IRPF a las clases medias.
«Sí hay», ha insistido Rubalcaba, una subida de impuestos que «no es dañina» desde el punto de vista económico, la dirigida a los grandes patrimonios, cuando por el contrario la subida del IVA y del IRPF a las clases medias afectan negativamente al consumo.
«Quien tiene mucho no deja de consumir por tener un poco menos. Quien tiene un patrimonio muy alto, por pagar más impuestos no va a dejar de consumir porque tiene mucho dinero», pero «a quien gana muy poco», si se le sube el IVA, se le «pega un palo» y deja de consumir, ha añadido el líder socialista.
Ha recordado además que el impuesto sobre las grandes fortunas ya no es una idea sólo socialdemócrata, porque otros, como el viceprimer ministro británico, el líder liberaldemócrata Nick Clegg, ya la defienden.
Junto al gravamen a los más ricos, Rubalcaba ha subrayado la necesidad de reformar el impuesto sobre sociedades, porque las grandes corporaciones «acaban pagando muy poco» gracias a las deducciones, y por eso propone fijar «un suelo mínimo» para este tributo que «daría muchos recursos al Estado» y lo haría «más eficaz».
Asimismo ha abogado por «ir acercando gradualmente» la fiscalidad de las rentas de capital a las rentas del trabajo.
Actualmente, ha explicado, las deducciones en el IRPF de las rentas del capital son «enormes», «muy onerosas y poco justas», y en concreto ha propuesto revisar las correspondientes a planes de pensiones y seguros.
Por otro lado, Rubalcaba ha propuesto que se recuperen unos mínimos estatales para los impuestos de donaciones y sucesiones, cuya recaudación íntegra va a parar, actualmente, a las comunidades autónomas, y ha recordado la intención del PSOE de retirar la exención fiscal del primer año en los premios de lotería y de implantar «impuestos verdes».
El secretario general del PSOE ha insistido en la necesidad de reformar un modelo fiscal que se ha demostrado «poco equitativo y poco eficiente» y ha explicado que su partido llevará esta reforma en los presupuestos generales del Estado alternativos a los del Gobierno que va a elaborar.
Todo ello, ha dicho, para conseguir una mayor recaudación con la que cumplir el objetivo de déficit y poder dedicar recursos a los servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad, así como para I+D+i, desempleo, dependencia o el impulso de las exportaciones.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha lamentado la negativa del Gobierno del PP a dialogar con los socialistas también en esta cuestión, y ha señalado que si los populares hubiesen aceptado un pacto para implantar el impuesto sobre las grandes fortunas ahora «no habría reducción» de las partidas para el desempleo y la dependencia.
Respaldo de sus compañeros de partido
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha conseguido este domingo aplacar a parte de sus críticos durante el primer Comité Federal que preside con el compromiso de una nueva oposición, aunque representantes de la federación madrileña han insistido en pedir un referéndum ante una posible ayuda de la UE a España.
Ha sido la primera reunión del máximo órgano del partido entre congresos en siete meses y se esperaban algunas voces críticas con la «oposición útil» que Rubalcaba defiende, aunque su discurso inicial, en el que ya ha avanzado un endurecimiento de la postura del partido, ha desactivado buena parte de las quejas previstas.
Aún así, no le han faltado compañeros que han dejado constancia de su descontento con la línea seguida hasta ahora, según han explicado a Efe distintos participantes en esta reunión.
Como es habitual, uno de los más críticos ha sido el representante de la corriente Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio de Penagos, quien se ha mostrado en contra de una oposición «híper-responsable» y ha apostado por un PSOE que «organice la resistencia».
El secretario general del PSM, Tomás Gómez, y el diputado autonómico por Madrid Antonio Miguel Carmona han coincidido en la necesidad de que los socialistas se distancien claramente del Gobierno de Rajoy.
Gómez es uno de los pocos, además, que se ha unido a la petición de sindicatos como CCOO y UGT o partidos como IU que reclaman que se celebre un referéndum si España finalmente es rescatada.
Durante su intervención, Carmona ha defendido la necesidad «de devolverle a la gente a través del PSOE la capacidad de decidir» y ha insistido en que «ante un fraude electoral» se debe celebrar un referéndum.
«Alfredo, no basta con ser un hombre de partido, o de Estado, necesitamos hombres y mujeres que estén a la altura del país», le ha dicho Carmona a Rubalcaba durante su intervención, según las fuentes consultadas.
También ha abogado por una oposición más dura el secretario general de Juventudes Socialistas, Nino Torre, quien ha descrito los perjuicios que para los jóvenes están suponiendo muchas de las medidas del Ejecutivo.
Fuera de esta línea, el ex presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha defendido la necesidad de pactar y ha argumentado que la situación económica del país es tan complicada que los socialistas tienen que echar una mano.
Las advertencias del líder del PSC, Pere Navarro, sobre la deriva a la que puede conducir el Gobierno de Artur Mas han tenido respaldo en dirigentes de Baleares como Francesc Antich y Aragón como Javier Lambán, quienes le han apoyado en su petición de un avance federalista como método de frenar el independentismo.
Desde el PSPV, Ximo Puig, partidario de la candidatura de Carmen Chacón en el último congreso del partido, ha mostrado su apoyo a Rubalcaba y ha abogado por un partido cohesionado y «al cien por cien» para hacer frente a las «contrarreformas» del PP.
Varios dirigentes consultados después del discurso del secretario general han afirmado que ha estado «muy bien» y que ha marcado la «hoja de ruta» del partido.
Advierte sobre la «creciente tensión territorial» en Cataluña
El líder socialista ha mostrado su preocupación por esas tensiones territoriales y ha invitado a su partido a reflexionar sobre ello.
Durante el Comité Federal, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha instado al PSOE a defender sin complejos una España federal y ha avisado de la deriva provocada por el Gobierno de Artur Mas que puede llevar a un «enfrentamiento civil de consecuencias inciertas».
Rubalcaba ha emplazado al PSOE a entender y apoyar a los socialistas catalanes y ha hecho hincapié en que lo que haga el PSC es muy importante para España en un momento en el que CiU y el PP «pactan mutuamente» en Cataluña y en el Congreso de los Diputados.
A su juicio, el PSC tiene un papel fundamental entre el nacionalismo y la derecha catalana, con el denominado «catalanismo de izquierdas», que es el que «ha garantizado una relación de Cataluña con el resto de España».
«Es un problema que el Gobierno del PP no quiere ver, porque sigue pactando con CiU, que sigue planteando modelos soberanistas», se ha quejado Rubalcaba, en cuya opinión esos dos partidos coinciden en dos cosas: en su política económica de derechas y en que no les gusta el PSC.
También ha señalado que el PSOE respaldará la decisión que tome el PSC sobre asistir a la manifestación del próximo martes y apoyará al «partido hermano» con su singularidad y su autonomía.
Estrella Digital/Agencias