La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado la excarcelación definitiva del preso etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga, condenado por el secuestro del funcionario de Prisiones José Antonio Ortega Lara, atendiendo a «razones humanitarias», informaron fuentes jurídicas.
Tras deliberar durante dos horas y media, el tribunal ha decidido, por cuatro votos a favor y uno en contra, rechazar el recurso de apelación presentado por la Fiscalía y confirmar el auto dictado el pasado 30 de agosto por el juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, por el que concedió la libertad condicional por «razones de dignidad personal».
La excarcelación del preso, que ha sido comunicada al Hospital Donostia de San Sebastián, en el que se encuentra ingresado desde el pasado 1 de agosto, ha contado con el apoyo del presidente de la Sala de lo Penal, Fernando Grande-Marlaska, y los magistrados Javier Martínez Lázaro, Ramón Sáez y Alfonso Guevara, que entró a formar parte del tribunal en sustitución de la juez Manuela Fernández Prado, de licencia por estudios.
El quinto miembro del tribunal, Nicolás Poveda, ha anunciado un voto particular discrepante con el de sus compañeros y, al haber quedado en minoría, cederá a otro compañero la ponencia de la resolución, que será dictada y notificada en los próximos días.
La excarcelación ha sido adoptada en contra del criterio de la Fiscalía, que se ha opuesto a la libertad condicional alegando que, según los informes elaborados por la forense de la Audiencia Nacional Carmen Baena, no existe «riesgo inminente de muerte» para el recluso.
«Empeoramiento temporal», según el fiscal
En sus alegaciones el fiscal ha defendido, a partir del dictamen de la forense Carmen Baena, que el empeoramiento que ha experimentado el paciente en los últimos días es «momentáneo» y fruto de los efectos secundarios del tratamiento de radioterapia contra el cáncer al que está siendo sometido y a la huelga de hambre que realizó de forma «voluntaria» durante 15 días.
En relación con el deseo del interno de «abandonar el tratamiento y morirse» y la «negativa del paciente» a ser atendido, que se recoge en un informe firmado por tres médicos del Hospital Donostia de San Sebastián, el fiscal sostiene que esa actitud «no puede verse premiada con la obtención del beneficio que pretende».
Además, opina que el nuevo informe que el tribunal ha solicitado a la forense tiene «un difícil encaje legal» al haberse constituido en diligencias que los magistrados han solicitado «de oficio». «En cuanto a la prueba que se está practicando en esta segunda instancia, debe recordar que no cabe la creación de trámites no recogidos en la ley procesal», dice Bautista antes de recordar que en apelación la prueba debe realizarse «a instancia de parte».
Por su parte, la defensa de Uribetxeberria Bolinaga ha reclamado la inmediata puesta en libertad de su cliente alegando que tanto el informe de la forense como el de la cárcel de Zaballa (Álava) y otros que obran en la causa coinciden en que el cáncer de riñón que sufre el preso es «incurable».
Su escrito de alegaciones, según fuentes de esta parte consultadas por Europa Press, defiende que el tumor cancerígeno en el riñón, la metástasis en el pulmón y las otras tres que tiene en el sistema nervioso central provoca que «no exista tratamiento que posibilite su curación».
Informes contradictorios
El juez Castro acordó el pasado 30 de agosto la excarcelación del etarra argumentando que todos los informes médicos que obran en la causa, a pesar de presentar «algunas contradicciones», coinciden en que el interno padece «una enfermedad grave e incurable» que tiene «muy mal pronóstico» y que su esperanza de vida oscilaría entre «los seis y los doce meses».
La forense Carmen Baena emitió el pasado día 24 de agosto un primer informe en el que señalaba que el enfermo no se encontraba en una situación «terminal» y que «únicamente presentaba leves síntomas clínicos», con un 50 por ciento de posibilidades de superar los 11,3 meses de vida.
Este dictamen contradecía el que realizó la «comisión médica» del Hospital Donostia de San Sebastián, que recogía que el preso se encontraba en una situación «irreversible» en la que «más de la mitad de los pacientes fallecen antes de los nueves meses», por lo que tendría más de un 90 por ciento de posibilidades de no sobrevivir más de un año.
El etarra, que cumple 313 años y 8 meses de cárcel por el asesinato de tres guardias civiles y el secuestro de Ortega Lara, entre otros delitos terroristas, se encuentra desde el pasado 17 de agosto en tercer grado penitenciario.
El juez Castro condicionó su puesta en libertad a que Uribetxeberria Bolinaga no pueda acercarse a las víctimas de sus acciones criminales, participar de forma activa en manifestaciones de legitimación de la violencia ni ausentarse de la residencia que fije de manera oficial ante el juzgado. Además, deberá presentarse mensualmente en los servicios sociales externos del centro penitenciario de San Sebatián y deberá comunicar cualquier novedad referida a su tratamiento médico.