La decisión de María Dolores de Cospedal de dejar sin sueldo a los diputados de Castilla-La Mancha para «ahorrar» un millón de euros anuales ha topado con un dato de los presupuestos de su propio Gobierno: el que refleja cómo los 41 eventuales –asesores y asistentes elegidos a dedo- de una sola consejería, la de Presidencia, costarán en 2013 más que lo que la número dos del PP pretende economizar dejando sin garantía de sustento a los parlamentarios que no desempeñan ningún otro cargo público ni ejercen actividades privadas. Esos 41 eventuales supondrán para el erario regional un desembolso de 1.644.140 euros el próximo año.
Y si las cifras anteriores ponen en cuestión el argumento de la austeridad para privar de salario a los diputados, la composición de las Cortes destapa otro dato inquietante y que los socialistas remacharon ayer: que la medida no afectará a todos por igual sino, fundamentalmente, a la oposición. De los 25 parlamentarios que integran el grupo del PP, siete son alcaldes, otros cinco concejales y tres, finalmente, forman parte del Gobierno, con Cospedal a la cabeza seguida del consejero de Presidencia, Leandro Esteban, y del titular de Educación y Cultura, Marcial Marín. Es decir, 15 de los 25 diputados conservadores mantendrán ingresos públicos de una y otra clase –sueldos o dietas- aun si el Ejecutivo regional se aferra a su plan y consuma un salaricidio que amenaza con expulsar del escaño a, por ejemplo, los asalariados, ahora con un horizonte de imposible excedencia a la vista.
Los presupuestos de Castilla-La Mancha contabilizan como adscritos a la Presidencia regional o a alguna de las seis consejerías a un total de 82 eventuales. Y sus retribuciones suman 3,26 millones, lo que se traduce en una media aritmética de casi 40.000 euros por nómina. No es posible, en cambio, averiguar la cifra de cargos que forman la bolsa de «alta dirección», para la que Cospedal ha presupuestado nada menos que 67 millones de euros.